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El Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés) ha decidido por unanimidad mantener los tipos de interés en el mínimo del 0,1% tras su reunión de política monetaria del mes de abril. Además, el banco central ha elevado sus previsiones de crecimiento para Reino Unido, afirmando que la economía parece más fuerte. Prevé que el crecimiento del PIB en 2021 sea del 7,25%, lo que supone un aumento importante respecto al 5% proyectado en febrero, gracias a los avances en la vacunación y al apoyo fiscal del Gobierno.

Por otra parte, los miembros del Comité de Política Monetaria del BoE también han votado a favor de dejar las compras de activos sin cambios en 895.000 millones de libras, por ocho votos a favor y uno en contra. El economista jefe del banco central, Andy Haldane, ha sido la voz discordante que ha apostado por reducir el tamaño del programa hasta 825.000 millones de libras. Con todo, el BoE está reduciendo el ritmo de sus compras de bonos, como algunos economistas habían predicho que podría ocurrir.

Tal y como se preveía desde el anuncio del programa en noviembre de 2020 y en consonancia con la evolución de los mercados financieros desde entonces, el ritmo de estas compras podría ahora ralentizarse un poco. El punto de finalización previsto del programa de compras se mantiene sin cambios.

Esta decisión operativa no debe interpretarse como un cambio en la orientación de la política monetaria.

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