• Las consecuencias dependerán del tiempo, el progreso y el resultado final de las negociaciones
  • Ha evitado pronunciarse públicamente sobre el resultado del referéndum en Italia
  • El BCE no ha preparado nada especial sobre los bancos italianos porque no es su función
draghi

"Es difícil predecir las implicaciones económicas precisas de la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Dependerán notablemente del tiempo, el progreso y el resultado final de las negociaciones en curso. Por eso, es importante tener claridad sobre el proceso de negociación tan pronto como sea posible para reducir la incertidumbre".

Son las palabras de Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), en relación con el Brexit, la salida de Reino Unido de la Unión Europea, durante un discurso pronunciado en el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo.

Para Draghi, "la incertidumbre geopolítica" es la mayor fuente actual de desequilibrios para los mercados, aunque ha señalado que "los mercados han tenido una mayor capacidad de resistencia" ante los acontecimientos imprevistos de los últimos meses, como el propio Brexit o la victoria de Donald Trump en las elecciones de EEUU.

El BCE no ha previsto nada especial sobre los bancos italianos, porque tampoco encajaría en su mandato una posible intervención

"Todos estos cambios son muy profundos, por lo que es muy difícil ponderar su impacto final. Pero es necesario seguir por la senda de la recuperación, para consolidar las mejoras en la creación de empleo", ha comentado Draghi a preguntas de los miembros de la Comisión. "También es fundamental conservar la estabilidad financiera y avanzar en el Mercado Único", ha añadido.

A preguntas directas sobre el resultado del referéndum en Italia, Draghi ha evitado pronunciarse sobre el posible impacto en los mercados y en los bancos italianos de una posible derrota de las propuestas del primer ministro, Matteo Renzi, a cuyo triundo ha ligado su futuro político el dirigente.

"El BCE no ha previsto nada especial sobre los bancos italianos, porque tampoco encajaría en su mandato una posible intervención. Tenemos reglas europeas y directivas y la mejor contribución que puede aportar el BCE al proceso es hacer el trabajo de supervisión bancaria y reglamentación", ha comentado.

Draghi tampoco ha querido referirse concretamente a preguntas directas sobre la posibilidad de que los partidos ultraderechistas ganen las elecciones en Austria y convoquen un referéndum sobre la permanencia del país en la Unión Europea.

Cuestionado sobre la posible extensión del programa QE más allá de marzo de 2017, ha comentado que "evaluaremos las diferentes opciones para que el BCE pueda garantizar el grado necesario de acomodación monetaria para que la inflación se sitúe en niveles cercanos o por debajo del 2%. Aunque habrá que esperar hasta diciembre". La reunión sobre política monetaria del BCE se celebrará el próximo jueves, 8 de diciembre.

En relación a los riesgos de la actual política monetaria del BCE, Draghi ha señalado que "el mayor riesgo es que la recuperación económica se estanque (el PIB de la zona euro creció un 0,3% en el tercer trimestre). La debilidad de nuestras perspectivas de crecimiento es el mayor riesgo hoy por hoy". Sobre la necesidad de un mayor gasto público de los estados para impulsar el crecimiento, ha considerado necesario "centrar la inversión sobre las actividades que impulsen la productividad, para lo que es necesario modificar la composición de nuestros presupuestos nacionales".

MÁS ESTÍMULOS FISCALES

El pasado lunes, en su intervención ante el Parlamento Europeo, Draghi señaló que “necesitamos una acción más decisiva para elevar la tasa potencial de crecimiento de la economía”. Draghi añadió que “la implementación de reformas estructurales necesita ser acelerada”. En este sentido, ha comentado que “en particular, son necesarias medidas para aumentar la productividad y mejorar el entorno empresarial”. Todo ello pese a que la zona euro ha mostrado un "crecimiento resistente" a los acontecimientos adversos y las incertidumbres que emanan del escenario global.

En segundo lugar, el banquero central italiano ha pedido más estímulos fiscales en la zona euro. “Las políticas fiscales deberían apoyar también la recuperación económica, mientras permanezcan de acuerdo a las leyes fiscales de la Unión Europea. Por ejemplo, una composición más amigable para el crecimiento de las políticas fiscales podría aumentar el crecimiento”.

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