• "Quieren demostrar que han tomado nota de las acciones de Estados Unidos y que se resistirán con firmeza, pero no quieren que se vea que van a ir más allá", dijo un experto
Xi Jinping china
El presidente de China, Xi Jinping.

China ha anunciado aranceles por valor de 3.000 millones de dólares como respuesta a la decisión de Estados Unidos, comunicada este jueves, de imponer aranceles al gigante asiático por valor de 60.000 millones de dólares. Reuters informa de que China considera un arancel del 15% sobre una serie de productos estadounidenses, incluyendo frutos secos, vino o tubos de acero, y del 25% sobre productos cárnicos (cerdo) o aluminio reciclado, según dijo el Ministerio de Comercio en un comunicado en su página web recogido por la agencia.

China ha elaborado una lista de 128 productos estadounidenses que podrían ser objeto de aranceles si ambas partes no alcanzan un acuerdo sobre temas comerciales, añadió el ministerio.

"Esto (la respuesta de China) me dice que están enviando señales para llegar a un posible acuerdo más adelante", señala el experto Alex Capri

Los expertos señalan que China está adoptando un enfoque mesurado con su propuesta de imponer aranceles por un valor muy inferior a los anunciados por Estados Unidos. El anuncio de Beijing de sólo fijar aranceles de 3.000 millones de dólares a las importaciones estadounidenses es "muy cauteloso", según ha declarado a CNBC un ex miembro de la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos.

"Quieren demostrar que han tomado nota de las acciones de Estados Unidos y que se resistirán con firmeza, pero no quieren que se vea que van a ir más allá", dijo Timothy Stratford que ocupó un puesto en la oficina del Representante de Comercio estadounidense desde 2005 hasta 2010.

"Los chinos reconocen que todos tienen mucho que perder si Estados Unidos y China entran en una guerra comercial", dijo Stratford, quien ahora es socio gerente de la firma de abogados Covington & Burling en Beijing.

China ocupa una posición líder en el comercio global pero limita el acceso de las compañías extranjeras a su mercado, obliga a compañías extranjeras a contratar socios chinos si quiere operar dentro de sus fronteras y exige a las compañías extranjeras que entreguen conocimientos tecnológicos a cambio de acceder a su mercado. Por estos motivos, no son pocas las voces que creen que las medidas adoptadas por Donald Trump sobre China son acertadas.

El nuevo asesor económico del presidente estadounidense, Larry Kudlow, quien se ha manifestado, en general, en contra de los aranceles, declaró recientemente que China "se ha ganado una respuesta difícil, no sólo de los Estados Unidos". "Una idea que tengo es que Estados Unidos podría liderar una coalición de grandes socios comerciales y aliados contra China, o hacerle saber a China que están violando las reglas", dijo. "Esa es la forma en la que me gustaría actuar. Sería una especie de coalición comercial entre los países dispuestos a participar", añadió.

A pesar de las restricciones que, de hecho, impone a las empresas extranjeras, Beijing se ha promocionado como partidario del comercio global. "China no quiere una guerra comercial con nadie", dijo le embajada china en Washington en un comunicado emitido este jueves. "Pero China no teme y no retrocederá en una guerra comercial", añadió.

El especialista en comercio, Alex Capri, profesor visitante en la Universidad Nacional de Singapur, dijo en CNBC que, efectivamente, la respuesta de China es cautelosa, y añadió que probablemente esté diseñada para dar margen a la negociación. "Esto me dice que están enviando señales para llegar a un posible acuerdo más adelante", añadió Capri.

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