China ha denunciado a Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por los nuevos aranceles a productos chinos valorados en 16.000 millones de dólares.
La OMC ha informado de que China ha solicitado la celebración de consultas con Estados Unidos. Esto significa que se inicia formalmente un proceso de debate entre ambas partes para buscar una solución satisfactoria sin llegar al litigio. Pasados 60 días, si las consultas no han permitido resolver el conflicto, China podrá pedir que lo resuelva un grupo especial.
Según informa la propia OMC, China alega que los aranceles adicionales, que se aplican a importaciones chinas valoradas en 16.000 millones de dólares al año, son incompatibles con la normativa de la organización, ya que se aplican solo a productos chinos y superan las tasas a las que se había comprometido Estados Unidos bajo las normas de la OMC.
Tras estos nuevos aranceles, anunciados por el país presidido por Donald Trump hace apenas unas semanas, en total los gravámenes a las exportaciones de las dos primeras potenciales mundiales ascienden ya a 50.000 millones de dólares desde julio.
Los expertos, lejos de alejar el temor a la guerra comercial, aseguran que la tensión entre Washington y Pekín seguirá aumentando. Por ejemplo, desde Goldman Sachs prevén que la disputa comercial entre ambos países “empeore a medida que nos acerquemos a las elecciones legislativas de noviembre, antes de que empiece a mejorar”.
