• Desde la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) tratan de quitar hierro
  • Autónomos y expertos apuntan a diferentes causas que podrían explicar esta deriva
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Algo está cambiando en el tejido empresarial español. Así lo revelan los últimos datos dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que muestran una nueva caída en la creación de empresas en el mes de mayo, que se suma a la registrada en abril y en meses precedentes, salvo marzo, cuando aumentó. ¿A qué se debe esta situación y qué explica el frenazo de la creación de sociedades mercantiles estos últimos meses?

El retroceso registrado por el INE en cuanto a creación de empresas en los últimos meses ha sido notable. Según la Estadística de Sociedades Mercantiles, la creación de empresas cayó un 0,3% en mayo tras haberse desplomado un 18,1% en abril. Antes de eso, había aumentado un 7,3% en marzo, pero el indicador venía de registrar tasas interanuales negativas en seis de los siete meses precedentes.

"Las cifras de creación de sociedades, tanto en número como en importe invertido, retroceden respecto al año pasado", aseguran desde Informa D&B

Esta secuencia se ve reforzada por el último ‘Estudio sobre Demografía Empresarial’ publicado por Informa D&B, que afirma que en los seis primeros meses del año se han creado un total de 53.676 nuevas empresas, un 6% menos que en el mismo periodo de 2016. Aunque el INE no ha publicado aún los datos de junio, en este informe sí hacen una aproximación, afirmando que la bajada es del 7% respecto al mismo mes del año anterior, con 8.666 empresas nuevas contabilizadas, y un 2% menos que las creadas en mayo.

Asimismo, este documento explica también que el capital invertido en la creación de empresas también cae en estos primeros seis meses, en concreto un 15%, hasta 2.978 millones de euros, a pesar del incremento del 6% registrado en el mes de junio. Es decir, que este periodo se cierra con un empeoramiento de todos los indicadores de demografía empresarial. “Las cifras de creación de sociedades, tanto en número como en importe invertido, retroceden respecto al año pasado y las de mortandad empresarial (concursos y disoluciones) aumentan”, explica la directora de estudios de Informa D&B, Nathalie Gianese.

No obstante, desde la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) tratan de quitar hierro. Esta organización señala que lo más prudente, antes de sacar cualquier conclusión, es “esperar a la tendencia anual”, dado que los datos conocidos hasta ahora no se refieren al conjunto del año, que es lo que verdaderamente aporta luz sobre la situación real del tejido empresarial.

En la CEOE recuerdan que de 2015 a 2016 se produjo una “fuerte creación de empresas” (aumentó un 6,8%) después de que entre 2013 y 2015 se viera “más estancada”. “Los resultados se ven muy condicionados por la creación de Sociedades Limitadas, que son las más numerosas” y las que más han caído en los últimos meses, explica la organización, que indica que del total de 101.060 empresas creadas en 2016, 100.470 de ellas eran SL. Además, recuerda que en 2016 se crearon 6.488 Sociedades Limitadas más que en 2015, por lo que no descarta que esta tendencia al alza vuelva a repetirse este año pese a los datos recogidos hasta ahora. A juicio de la CEOE, “es normal que el ritmo de creación se ralentice después de los fuertes crecimientos de los últimos años”, en los que hemos pasado de las 79.994 empresas creadas en 2010 a las 101.060 del año pasado.

¿TIENE ALGO QUE VER LA MEJORA DEL MERCADO LABORAL?

Con todos estos datos sobre la mesa, no es extraño que algunos piensen que la recuperación que ha experimentado el mercado laboral en los últimos meses, con el paro bajando hasta los 3,3 millones de personas en junio, ha podido tener algo que ver. Si hay más empresas contratando y más puestos de trabajo disponibles que se cubren con gente desempleada, ya no hay tanta necesidad de montar un negocio en busca de un sustento que permita ‘escapar’ del paro. Aunque nada más lejos de la realidad.

Según las organizaciones de autónomos, la mejora del mercado laboral no tiene nada que ver, sino que las causas de la caída en la creación de empresas son bien distintas. Eduardo Abad, secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), afirma que las empresas “no se montan por una necesidad específica de tener trabajo”, porque en esos casos lo que ha habido no es la creación de una sociedad mercantil, sino la constitución como autónomo persona física.

Según las organizaciones de autónomos, la mejora del mercado laboral no tiene nada que ver con la caída en la creación de empresas

Lo ocurrido, explica el responsable de UPTA, está más relacionado con la regulación fiscal, que ha cambiado recientemente y ha hecho que muchos de los empresarios que antes optaban por montar una empresa ahora prefieran trabajar por cuenta propia dándose de alta como persona física, y no como sociedad. “Ha cambiado la forma de tributar en detrimento de los autónomos societarios -antes se incluían las nóminas de los socios como gastos de la empresa, pero ahora ya no puede hacerse y los socios deben presentar una factura con la que declarar sus propios gastos y la empresa los suyos, lo que complica el proceso-, por lo que ahora se buscan fórmulas más livianas”, dice Abad.

Eligiendo la opción de autónomo persona física se elimina la “doble tributación” a la que tienen que hacer frente los autónomos societarios, dice el secretario general de UPTA, que insiste en que lo que más se busca ahora es la “sencillez” porque “constituir una sociedad es más complejo, y también la fiscalidad”. Una idea con la que coincide Celia Ferrero, vicepresidenta ejecutiva de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA).

Ferrero señala que del total de 3.195.369 autónomos, un 61%, es decir, 1.973.028, son personas físicas mientras que sólo 1.222.341, el 39%, son autónomos societarios. Eso ya da una idea de la tendencia antes mencionada. “Se ve un menor dinamismo en la creación de sociedades mercantiles, pero los autónomos siguen creando negocios”, dice la responsable de ATA, que coincide con Abad al remarcar que en vez de ir hacia una fórmula societaria se está usando más la de persona física, con trámites administrativos mucho más sencillos y con una tributación menos enrevesada.

“Al montar una empresa hay que pagar el impuesto de sociedades, que es más complejo y conlleva más costes para el gestor”, por lo que la mayoría de los nuevos empresarios, en torno al 70%, están optando por constituirse como persona física, una figura para la que el sistema fiscal es “más sencillo”, dice Ferrero. “La alternativa al autoempleo es constituirse como persona física, y no la constitución de una empresa”, remarca la responsable de ATA, que insiste en que la mejora del mercado laboral “no tiene nada que ver” con la caída en la constitución de nuevas empresas.

UNA LECTURA POSITIVA… Y OTRA NEGATIVA

Aunque Aleix Gregori, profesor de Dirección de Empresas y Economía de la Universitat Abat Oliba CEU no lo ve igual. Este experto sí cree que la mejora del mercado laboral puede ser una de las razones que expliquen la caída en la constitución de empresas. “La creación de una sociedad mercantil es la alternativa al trabajo por cuenta ajena o a hacerse autónomo”, dice Gregori, y señala que en los últimos meses ha mejorado la tasa de creación de empleo, incluso sin tener en cuenta las variaciones típicas de la estacionalidad (contrataciones por Semana Santa o verano), por lo que es normal que se reduzca el número de nuevas sociedades.

Algunos expertos opinan que el frenazo en la creación de empresas afectará al crecimiento y a la creación de empleo futuros

Esa sería lo que llama una “lectura positiva”, porque hay otra, “negativa”, que se puede desprender de los datos de creación de sociedades mercantiles conocidos recientemente. “Se podría interpretar también que las entidades de crédito no están dando financiación para poner en marcha empresas”, indica el experto, que relaciona este dato directamente con la mejora del mercado hipotecario. “Al ver la recuperación de este mercado, se puede interpretar que los bancos prefieren conceder hipotecas y no arriesgarse a financiar nuevas empresas, que es más arriesgado”, asevera el profesor de la Abat Oliba.

Y este frenazo en la creación de empresas, ¿afectará a la economía? Gregori no lo descarta. “En términos de PIB podría haber un ligero efecto negativo en el futuro”, señala. Sobre todo porque el impulso del mercado hipotecario, muy relacionado con la subida de los precios de alquiler que ha llevado a muchos a comprar pisos para alquilarlos, como inversión, va a afectar. “Alquilar un piso crea poco o nulo empleo, mientras que las sociedades mercantiles sí que lo crean. Afectará al crecimiento y a la creación de empleo futuros”, concluye el experto.

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