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BBVA Research se ha unido al coro de bancos y entidades que han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento en España este 2020. En concreto, el banco ha empeorado sus expectativas para el PIB hasta el 11,5% desde el 8% estimado en el segundo trimestre, pero ha elevado hasta el 7% su pronóstico de repunte para 2021 desde el 5,7% previsto en su anterior informe.

Según ha explicado el servicio de estudios de la entidad, esta revisión se debe a que "el periodo de confinamiento ha sido más largo de lo esperado", pero también porque ha habido un mayor impacto de las restricciones sobre la demanda interna y una mayor concentración de la reducción del gasto de bienes y servicios producido internamente por el desplome del sector turístico. Asimismo, han señalado que la rebaja está relacionada con la duración del confinamiento, superior a la inicialmente estimada, y a un menor uso de capacidad económica.

Así figura en el último informe 'Situación España' de BBVA Research correspondiente al tercer trimestre presentado este martes por el director de BBVA Research y economista jefe de Grupo BBVA, Jorge Sicilia, el responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Doménech, y el economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso.

El desplome de 2020 se verá seguido de un repunte del 7% en 2021, superior al 5,7% apuntado en abril, ha señalado Sicilia, que ha asegurado que la recuperación ya "se está produciendo", ya que el banco prevé que si esta recuperación continúa, podría llevar a un aumento del PIB del 10% trimestral en el tercer trimestre. Sin embargo, queda la duda de "cuánto de sostenida" será y cómo se distribuirá en el tiempo. La expectativa de que ésta se prolongue se ve reforzada por los ambiciosos anuncios de política en Europa y un impulso fiscal significativo en España. Con todo, "los riesgos siguen sesgados a la baja, en un entorno de todavía elevada incertidumbre", indica la entidad.

AJUSTE DEL 25% EN EL CONSUMO DE LOS HOGARES

Según las estimaciones presentadas este martes, las dudas sobre la salud y la situación laboral, junto con la mayor duración de las medidas de confinamiento y distanciamiento social, produjeron un ajuste del orden del 25% en el gasto en consumo de los hogares españoles en los primeros seis meses del año. El descenso del consumo se centró especialmente en sectores relacionados con servicios y, entre estos, aquellos en los que el consumo se realiza en un contexto social, como la restauración, el ocio y el turismo. Por el contrario, aumentó el consumo de alimentos y bienes relacionados con la salud.

El informe señala que las caídas en la inversión y en las exportaciones habrían sido severas, pero algo inferiores a lo previsto en el inicio de la crisis, mientras que el consumo público se habría acelerado, actuando como estabilizador. Ha sido de especial importancia la caída de la actividad en la compra de maquinaria y en la construcción residencial, que podría haber disminuido un 30% en el primer semestre, mientras que las exportaciones de bienes habrían evolucionado relativamente en línea con el PIB, con una reducción en torno al 20%. Entretanto, el gasto en consumo público se ha acelerado de forma considerable durante los últimos seis meses. “Esto consolida una tendencia perceptible desde finales del año pasado, pero que se ha potenciado con la necesidad de respuesta a la pandemia por parte de las administraciones públicas”, apuntan los economistas de BBVA.

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