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Los funcionarios de la Reserva Federal (Fed) vieron en su última reunión posibilidades de empezar con la reducción de compras de forma gradual en noviembre hasta julio de 2022, a la vez que algunos funcionarios alertaron de los riesgos al alza que presenta la subida de los precios en EEUU a largo plazo, "conduciendo a una inflación persistentemente elevada", según recogen las actas del último Comité de Operaciones del Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de septiembre.

"Alrededor de la mitad de los participantes en las encuestas de la mesa de negociación y de los participantes en el mercado consideraron que el momento más probable para la primera reducción del ritmo de compras netas era diciembre, aunque también atribuyeron una probabilidad significativa a que la primera reducción se produjera en noviembre", recogen los escritos de la Fed.

"La mediana de las expectativas sobre el ritmo de las compras netas era coherente con una reducción gradual de las compras netas en julio del próximo año, aproximadamente uno o dos meses antes que en las encuestas anteriores", añaden.

Para justificar la posible decisión que se tome en la próxima reunión, las actas recogen que varios bancos centrales han anunciado sus propios programas de reducción de compras sin que haya habido una gran reacción de los mercados financieros. Otros "endurecieron recientemente su política para hacer frente a las crecientes presiones inflacionistas", mientras que los inversores "seguían centrados en otras vulnerabilidades de los mercados emergentes".

La próxima reunión de la Fed será los días 2 y 3 de noviembre, en la cual decidirán si empezar de forma inmediata con el 'tapering' o dejarlo para el cónclave de diciembre.

ADVERTENCIA SOBRE LA INFLACIÓN

Sobre la inflación, los miembros del FOMC aumentaron sus previsiones de este indicador, aunque la mayoría sigue manteniendo que la subida de los precios será transitoria y que se debe a los cuellos de botella y la cadena de suministros. "Las restricciones de la oferta estaban ejerciendo una presión al alza sobre los precios mayor de la prevista anteriormente; en relación con la proyección de julio, también se esperaba que estas restricciones de la oferta tardaran más en resolverse", recogen las actas.

Asimismo, algunos funcionarios consideran que las proyecciones de la Fed sobre la inflación tienen una "importante fuente de riesgo a la baja". "Los riesgos en torno a la proyección de la inflación se inclinaban al alza, considerándose especialmente destacada la posibilidad de que se produzcan problemas de oferta más graves y persistentes", advierten.

Por lo tanto, y en línea con lo estimado por otros organismos internacionales, algunos funcionarios del Banco Central de EEUU alertan de que las expectativas sobre la evolución de los precios pueden aumentar "considerablemente" y conducir a una inflación "persistentemente elevada".

EL PIB Y EL DESEMPLEO

Sobre el resto de indicadores económicos, los participantes han reducido sus previsiones del PIB real para 2021, "señalando una reevaluación de la gravedad y la probable duración de las restricciones de la oferta o de los efectos de la propagación de la variante del Delta sobre la economía".

En cuanto a los malos datos de empleo registrados en los dos últimos meses, algunos funcionarios creen que se debe a la "preocupación por el resurgimiento del virus, los problemas de cuidado de los niños y la incertidumbre generada por las continuas interrupciones de la enseñanza presencial".

En este sentido, algunos participantes llegaron a sugerir que era "improbable" una vuelta completa a las condiciones anteriores a la pandemia, "ya que ésta había provocado reducciones de la población activa que probablemente persistirían, incluyendo un gran número de jubilaciones y otras salidas de la población activa". Sin embargo, otros consideraron que, una vez pase el Covid, " la tasa de participación y el ratio EPOP podrían volver a los niveles anteriores a la pandemia, o incluso superarlos".

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