• Los largos en el euro/dólar, en máximos desde 2013
  • El cable (libra/dólar) protagonista de la semana ante la avalancha de los datos macro y el BoE
dolar1

La fuerte presión a la que los bajistas han sometido al dólar durante la última semana recede ligeramente de la mano de la rebaja de las tensiones en Corea del Norte. Mientras tanto, el foco de los operadores vira hacia los estragos del huracán ‘Irma’ en Florida, al tiempo que también se centra en la libra, ante la avalancha de datos de Reino Unido que se publicarán esta semana y que culminarán con la decisión de política monetaria del Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés).

La moneda británica ha avanzado un 3% sólo la semana pasada, hasta alcanzar un máximo de más de un mes por encima de los 1,3200 dólares. Este lunes cotiza apenas un 0,2% por debajo del nivel de los 1,3220 dólares que tocó el viernes, apuntalada, principalmente por la debilidad del dólar, ya que “los PMI de servicios y compuesto retrocedieron en el mes de agosto”, indica Kathy Lien, analista de BK Asset Management.

“Pero la situación puede cambiar esta semana, mientras lo operadores digieren los datos de empleo, inflación y gasto del consumidor y esperan al BoE”, indica la experta. Lien cree que la economía británica exhibirá un mejor comportamiento durante el mes de agosto, lo que puede provocar “que la libra suba en el arranque de la semana y que luego retroceda ante una declaración más cauta que optimista del banco central de Reino Unido”.

LOS LARGOS GOBIERNAN AL EURO/DÓLAR

Los operadores, no obstante, no apartarán de su radar al cruce rey del mercado de las divisas. El euro se mantiene bien apuntalado por encima de los 1,20 dólares, después de alcanzar máximos de 31 meses en los 1,2090 dólares, después de la declaración de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE).

Las posiciones largas (o alcistas) netas en el euro/dólar alcanzaron máximos de cuatro años antes del BCE

La reacción del mercado refleja la avidez por el euro que gobierna a los operadores, ya que el presidente del BCE, Mario Draghi, puso el acento en el impacto negativo que los tipos de interés pueden tener en las perspectivas sobre la inflación”, apuntan analistas de Danske Bank. También indican estos expertos que los datos del posicionamiento de los inversores de la Comisión de Futuros de EEUU refleja que las posiciones largas (o alcistas) netas alcanzaron máximos de cuatro años antes del BCE. “Teniendo en cuenta la reciente acción del precio creemos que los largos habrán seguido aumentando más allá de sus mejores marcas desde 2013”, comentan desde la entidad danesa.

En cuanto al desempeño del dólar, logra poner tierra de por medio este lunes desde su mínimos de 10 meses contra el yen y se impulsa por encima de los 108,500 unidades. El índice del dólar, que mide su desempeño contra una cesta de seis divisas rivales, sufrió pérdidas de un 1,4% la semana pasara aunque remonta por encima de los 91,500 puntos este lunes, después de marcar mínimos de dos años y medio en viernes, en los 91,011 puntos.

Las expectativas del mercado de que haya una tercera subida de tipos de la Reserva Federal de EEUU se sitúan por debajo del 40%, según los futuros de la Fed, lo que lleva a Hussein Sayed, estratega de FXTM, a señalar que “los operadores creen que la normalización monetaria del banco central ya ha llegado al límite este año”. “El mercado de bonos está mostrando un gran pesimismo, con los rendimientos del Tesoro a 10 años cayendo un 2,02%, el más bajo desde la elección de Trump”, expone el experto.

A pesar de la extensión del techo de la deuda durante tres meses y el mayor optimismo de los miembros de la Fed sobre la economía, la recuperación del billete verde es tímida. “La renuncia del vicepresidente de la Fed, Stanley Fischer, está jugando un papel importante en mantener el dólar bajo presión”, argumenta Sayed. “Su partida deja cuatro de los siete puestos de la Junta de Gobernadores vacantes, lo que significa que Trump puede remodelar la política monetaria de la Fed a su antojo”, añade el analista de FXTM. “La renuncia de Fischer seguirá siendo un factor negativo para el dólar en las semanas y meses venideros”, sentencia.

Noticias relacionadas

contador