ep trofeo de la champions league
Trofeo de la Champions LeagueJASPER RUHE/PRO SHOTS/DPPI/AFP7/Europa Press

Pintaba bonita, y más esperanzadora que la anterior, la próxima temporada de Champions League. Sin embargo, el impacto de la segunda ola de la pandemia en Europa, por el momento, ha hecho pedazos la posibilidad de un lleno absoluto de las gradas. Por ello los equipos que disputan esta competición esperan que la consecución de los derechos televisivos permitan apaciguar las devastadoras pérdidas económicas que les supondrá un nuevo cierre de sus estadios.

La crisis sanitaria del Covid-19 ha vuelto a dar otro duro revés a la industria del fútbol. La más que probable noticia, dada la situación que vive el Viejo Continente, que limitará el aforo de los campos va a ser un verdadero quebradero de cabeza para que los directivos consigan cuadrar sus cuentas.

En la edición de hace ya más de dos años, el torneo europeo más importante del mundo consiguió unos ingresos récords. La Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA) se embolsó 2.816 millones de euros entre la venta de tickets y abonos, aunque en este año el escenario parece muy distinto.

Se prevén unas pérdidas de 4.000 millones, según ha indicado la Asociación Europea de Clubes (ECA), y que la disminución de los ingresos por las entradas alcance el 38,5 %, en comparación con el 14% de la campaña 2019/2020.

En España ya estaban frotándose las manos. LaLiga es una de las pocas competiciones domésticas europeas que aun prohíbe la entrada de público. Con la puesta en marcha de la nueva temporada de la Champions, los equipos nacionales pensaban rascar algo de dinero con la venta de entradas, ya que la UEFA permite una ocupación del 30% de los asientos.

Sin embargo, cada vez parece más inmediato que la norma de un giro de 180 grados y la gente brille por su ausencia. Ante estos imprevistos, los equipos de toda Europa echarán el resto por los contratos de derechos televisivos, como ha señalado Roams en su informe "La Champions League más rara de la historia por culpa de la Covid-19".

A pesar de celebrarse en agosto, la última final entre Bayern de Múnich y PSG registró 11 millones de espectadores y un 46,2% de share en Francia, y 12,8 millones y un 39,9% de share en Alemania.

El órgano regulador de la competición distribuye la cantidad de los 'market pool' en función del valor proporcional de cada mercado televisivo representado por los clubes que participan en la UEFA Europa League (fase de grupos en adelante).

En el caso español, Movistar y Orange son los únicos poseedores de este trozo del pastel. El operador que pertenece a Telefónica consiguió este verano un acuerdo con la UEFA de 975 millones para continuar televisando la competición hasta el 2023.

Durante este año, Movistar compartirá estos derechos con la teleoperadora francesa. Orange logró alcanzar este servicio tras pagar 300 millones a la mayor institución del fútbol europeo.

LA UEFA TENDRÁ QUE DEVOLVER 575 MILLONES

El organismo rector del futbol en Europa deberá devolver 575 millones a las cadenas con derechos sobre la Champions y Europa League en concepto de los partidos que no se jugaron la temporada pasada.

La crisis del coronavirus provocó que la UEFA reformulara el calendario y condesará todas las fases eliminatorias a partido único y en el misma sede, como protocolo contra el Covid-19.

De no haberse cruzado en el camino la pandemia, los ingresos que hubiesen generados ambos torneos rondarían cerca de los 3.250 millones, con 2.550 millones a repartir entre los conjuntos que los disputaron.

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