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Las emisiones iniciales de monedas digitales ya son historia. O casi. Los expertos coinciden en señalar que esta forma de financiación para proyectos en la blockchain está de capa caída ante en nuevo modelo "más seguro y que cumple con los reguladores: los Security Token Offerings (STO)", explica Xavier Foz, socio de Roca Junyent.

Durante una conferencia en el 4YFN, que se celebró en Barcelona en paralelo al Mobile World Congress (MWC), el abogado argumentó que la coyuntura de la criptoindustria ha cambiado y las ICOs han ido en claro retroceso desde finales de 2017, después de una eclosión sin precedentes ese mismo año. Las estafas, la caída del mercado de los criptoactivos y la presión de los reguladores son factores que han alumbrado un nuevo paradigma, las emisiones de tokens valores, también llamados entre los expertos ICOs 2.0.

España no es ajena a esta nueva tendencia y próximamente se lanzará la primera emisión de valores de este tipo, por la empresa Grupo NEXT. Se trata de ofertas completamente reguladas y que, en Europa, están sujetas a la MiFID II. Además, deben cumplir una serie de requisitos, como designar una firma custodia de la emisión, una plataforma autorizada para su compra-venta o la necesidad de un folleto.

Sin embargo, Foz aclaró que muchos de estos aspectos aún están acabado de regularse por las autoridades locales y detalló algunas de las normativas vigentes que van desde la exhaustividad de la FIMNA Suiza a la autorregulación de otros países. En España, la CNMV ha emitido varios comunicados al respecto, cuyos criterios van en línea con los de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA), con cierta flexibilidad en algunos aspectos.

LA NECESIDAD DE UN NUEVO PARADIGMA

En general, el socio de Roca Junyent ha subrayado que los esfuerzos de las autoridades y de las empresas que hacen posible los STO van dirigidos a velar por los intereses de los inversores. Este hecho denota madurez en la industria después de que se viera como muchos de los proyectos detrás de las antiguas ICOs no llegaban a desarrollarse, hasta un 80% fueron proyecto ilícitos según un estudio Statis Group, lo que incurrió en pérdidas.

Además de una gran desconfianza en este floreciente mercado, que vio evaporarse más de medio millón de capitalización en 2018, "el número de ICOs listadas en las plataformas de compra-venta de 'criptos' se desplomó", adujo Foz. Asimismo, los reguladores incrementaron la presión sobre estas emisiones de monedas y las equipararon a las emisiones de valores, por lo que se vieron sometidas a un gran escrutinio por parte de las autoridades.

Al mismo tiempo, se observó que el interés de los inversores en este tipo de productos se mantenía, pero ya no acudían a las ofertas iniciales, por lo que la industria ha derivado hacia los STO. “Los inversores institucionales se han vuelto más selectivos y la parte de la venta pública se ha visto seriamente dañada”, aclaró el letrado.

El experto en divisas criptográficas también puso el acento en los cuatro grandes grupos de tokens que se han diferenciado en el último año: tokens de pago, que se equiparan a un método de pago; utility tokens, que se intercambian por derechos o servicios en una empresa, tokens valor, participación en organizaciones con el fin de obtener un rendimiento de la inversión y tokens activos, que son la representación de posesiones físicas.

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