Ha transcurrido un mes desde que el primer fondo cotizado del bitcoin basado en futuros vio la luz en EEUU. El afortunado que protagonizó uno de los debuts más esperados de la Bolsa de Nueva York fue ProShares (BITO) y su vehículo empezó a cotizar el 20 de octubre cumpliendo con todas las expectativas, ya que en tan solo 48 horas alcanzó un récord de 1.000 millones en activos bajo gestión. Desde entonces, hemos visto nuevos máximos históricos para el bitcoin, y una entrada constante de capitales en estos productos, que están llamados a abrir de par en par las puertas del dinero institucional de Wall Street a los criptoactivos.

Además, otros dos productos muy similares, de Valkirie y VanEck cotizan también en Wall Street, lo que brinda a una mayor franja de inversores la capacidad de ganar exposición a bitcoins y otras criptomonedas. Analizamos estos vehículos con Ramiro Martínez-Pardo, CEO y cofundador de HeyTrade.

Avala el experto la opinión generalizada de que el “mérito” de estos fondos es el franquear la entrada en la criptoinversión a jugadores del mercado que no se atrevían a dar el salto hasta ahora. Donde pone el acento es que los inversores conozcan bien la estructura de estos productos, ya que pagan un elevado peaje en cuanto a rentabilidad.

Recuerda Martínez-Pardo que este tipo de productos surgen históricamente de la necesidad de los minoristas de seguir los índices bursátiles, instrumentos en los que invertir directamente es costoso en cuanto a tiempo y esfuerzo y explica que los ETF nacieron como una forma e intentar capturar la beta del mercado, "diversificando la cartera de una forma eficiente".

Por contra, estos nuevos productos, como el ETF de ProShares, tienen una estructura que, en lugar de disminuir el riesgo, como es la voluntad de los ETF suman “todo el riesgo del bitcoin al riesgo del futuro más el del emisor del ETF, que es bajo”, con una estructura de futuros que acaba derivando “en una pérdida de rendimiento para el cliente de entre un 5% y un 10% anual sobre lo que haya el subyacente”, explica el CEO de HeyTrade.

Por todo lo anterior, insta a los inversores a tener en primer lugar muy claro “si es un producto para ellos”, ya que, a su juicio, es más bien una “alternativa para aquellos inversores que tengan limitaciones a la hora de buscar exposición en el bitcoin”. Bajo cualquier otra circunstancia, “resulta mucho más atractivo en términos de rentabilidad invertir directamente en el activo”, asegura.

En definitiva, cree que estos productos quedarán relegados en el futuro, cuando la industria avance hacia otros vehículos más eficientes y a medida que bancos y gestoras vayan abriendo el comercio con activos criptográficos a sus clientes.

Ante la pregunta de por qué ha preferido la Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC por sus siglas en inglés) dar su beneplácito a estos productos antes que otro tipo de fondo más rentable, lanza Martínez-Pardo la hipótesis de que el supervisor estadounidense se ha decantado por los futuros porque son un producto que tiene jurisdicción, está regulado y cotiza en un mercado en el que la SEC tiene control. “Y no se atreve tanto a lanzar un producto sobre un subyacente que escapa a su supervisión directa”, agrega.

Sobre el ansiado ETF sobre el precio al contado del bitcoin en EEUU, aleja el CEO de HeyTrade esta opción y apuesta porque “no lo veremos en el cortísimo plazo”. Antes de que la SEC se encuentre cómoda aprobando un producto de este tipo “es probable que le quieran introducir regulaciones adicionales sobre las criptodivisas”, prevé, y augura que podemos estar "cerca de que se publiquen en EEUU”.

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