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Sharecast / Ryoji Iwata via Unsplash

El Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) ha anunciado que lanzará su proyecto piloto de moneda digital del banco central (CBDC, por sus siglas en inglés) en abril. El objetivo de este programa de pruebas del denominado yen digital será comprobar la viabilidad técnica del ‘token’ en un ecosistema en el que participarán empresas privadas y en el que no se realizarán transacciones reales, sino simulaciones.

En un discurso publicado este 17 de febrero, el director ejecutivo del BoJ, Shinichi Uchida, ha destacado la necesidad de consultar con el sector privado modelos alternativos de datos, arquitecturas para pagos ‘offline’ y otros elementos vitales para el sistema. Para ello, el banco central creará un “Foro CBDC” para intercambiar opiniones junto a los actores participantes y esperan que los resultados obtenidos “retroalimenten los esfuerzos que se están realizando para perseguir” los objetivos de la entidad.

“En cuanto al modo de proceder con el programa piloto, iniciaremos los experimentos con objetivos limitados, ampliando gradualmente el alcance de nuestros experimentos de forma escalonada y planificada”, ha añadido.

Según Uchida, si en el futuro se emitiera un CBDC, “explorar su marco de forma escalonada y entablar una comunicación muy transparente con el sector privado son pasos necesarios para su adopción en la sociedad”.

“Otras economías avanzadas han adoptado enfoques similares. Un método de pago no es algo que se convierta en norma una vez que se trae al mundo un acuerdo ideal. Teniendo en cuenta que un gran número de personas participan en la circulación del efectivo, es fácil imaginar que serán necesarios diversos cambios en la configuración y los preparativos para que un CBDC sea ampliamente adoptado. Es esencial desarrollar acuerdos institucionales que satisfagan a todas las partes implicadas, y proceder en consecuencia. El programa piloto, que estamos a punto de lanzar, es el primer paso de este proceso”, ha explicado, al tiempo que ha subrayado el “compromiso” del BoJ a “diseñar una CBDC que sea aceptable tanto para la sociedad como para los usuarios”.

Este anuncio cumple con los plazos que se venían rumoreando meses atrás. Según esos informes, se sabe que al menos tres megabancos japoneses y varios bancos regionales colaborarán con el BoJ.

Asimismo, las autoridades japonesas también se plantean levantar la prohibición de las ‘stablecoins’ extranjeras, una normativa que entró en vigor en 2022. Según la Agencia de Servicios Financieros (FSA, por sus siglas en inglés) de Japón, las enmiendas deberían aprobarse antes de junio de 2023. Con todo, si bien no permitirán la entrada automática de ninguna ‘stablecoin’ extranjera en el mercado, se aprobarán aquellas monedas estables que superen con éxito los exámenes de control individuales.

Cabe recordar que a finales de 2022, el Gobierno de Japón acordó suavizar el impuesto de sociedades para las criptomonedas, un movimiento que el sector entendió como una muestra de confianza tras la quiebra de FTX.

Por otro lado, la Autoridad del Mercado de Capitales (CMA, por sus siglas en inglés) de Omán ha anunciado que pretende establecer un nuevo marco regulador para las criptomonedas en el sultanato. Según ha anunciado el regulador, las nuevas normas incluirían la supervisión de las actividades de activos virtuales, un proceso de concesión de licencias para los proveedores de servicios de activos virtuales (VASP) y un marco para identificar y mitigar los riesgos que rodean a la nueva clase de activos.

Los reguladores de los mercados financieros han afirmado que el marco normativo propuesto se ajusta a la Visión 2040 de Omán, una iniciativa para transformar digitalmente la economía del país e impulsando al sultanato como un lugar atractivo para las grandes empresas globales.

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