América Latina y, en especial Argentina, se han convertido en un nicho para el comercio de bitcoin mundial, que avanza en la región, mientras en el resto del mundo se registra una caída de casi el 40%, en los volúmenes del segundo trimestre. “La confianza de los inversores en Argentina alcanzó un nuevo mínimo, y como resultado más y más operadores han estado optando por el concepto descentralizado que ofrece la creación de Satoshi Nakamoto”, indica Raphael Lulay, analista de Block-Builders.
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En términos generales, en Latinoamérica, la criptodivisa está adquiriendo cada vez más importancia y “está haciendo honor a su reputación como moneda de crisis”, agrega el experto. De marzo a julio, los volúmenes aumentaron en Chile y Colombia, llegando incluso a duplicarse desde 2019 en el caso de Argentina, que alcanza el 120%. El país andino enfrenta a una situación precaria, con una tasa de inflación que ha aumentado recientemente un 53,6% en comparación con el año pasado.
Por contra, la disminución de los volúmenes de comercio es particularmente fuerte en China (62,3%), Rusia (51,2%) y los EE.UU. (42,8%). La tendencia en Suiza fue completamente diferente: aquí, las transacciones aumentaron un 160%.
Mientras tanto, una mirada a la evolución de los precios muestra que el bitcoin está entre los grandes ganadores en los primeros seis meses del año, cuando el precio de la criptodivisa aumentó un 22,7%. En comparación, el valor del oro de los activos de la crisis sólo aumentó un 10,7% de enero a julio. La evolución del mercado de valores fue completamente diferente: el Dow Jones y el DAX cayeron un 4,8% y un 5,6% respectivamente.
Por si esto fuera poco, y a pesar de que el bitcoin ha arrancado septiembre con ganas de consolidar el reciente rally, experimentando lo que parece una corrección, agosto ha sido de récord. La moneda de cifrado ha dejado un cierre por encima de 11.500 dólares, por primera vez desde los máximos de 2017. Con todo, en el trimestre anterior, el comercio mundial del bitcoin ya estaba en retroceso.
Mientras todo apunta a que la ‘cripto’ se dirija a los 10.500 dólares en el corto plazo, los analistas avisan de que sólo si se mantienen en estos niveles por largo tiempo significaría un cambio de tendencia. “En ocasiones los precios se pueden desplazar al alza y a la baja con fuerza sin que en realidad suceda nada. Simplemente estamos asistiendo a una consolidación de niveles tras las importantes subidas previas. Nada más”, señala José María Rodríguez, analista de Bolsamanía. "El 'cabeza y hombros' invertido sigue intacto", sentencia.
Sin embargo, algunas firmas recuerdan que, además de la consolidación del reciente rally que se barrunta, septiembre es un mes estacionalmente negativo para el precio de las criptodivisas, además, se está viendo una recuperación del dólar, lo que también pesa en el activo digital.
“Los volúmenes de comercio han disminuido en muchos países", explica Lulay, “pero esto también podría indicar que los inversores se están aferrando cada vez más a sus monedas previamente compradas sin comerciarlas o deshacerse de ellas". Otros expertos coinciden con la idea de que los mineros están manteniendo sus bitcoins tras el ‘halving’ de mayo -la reducción a la mitad de la recompensa por bloque minado-, esperando a una revalorización que muchos prevén hasta el hito histórico de 20.000 dólares. En general, el desarrollo actual parece apoyar la afirmación de que la moneda de Nakamoto “es un refugio seguro en tiempos de crisis".
