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Alberto Sánchez

Los fundadores de la extinta compañía minera basada en la nube HashFlare fueron detenidos este lunes en Estonia por presunta participación en una serie de estafas con criptomonedas y blanqueo de capitales en las que estafaron unos 575 millones de dólares a “cientos de miles de víctimas”, según ha revelado la Justicia estadounidense.

Sergei Potapenko e Ivan Turogin, ambos de 37 años, fueron detenidos en Tallin (Estonia) tras una investigación conjunta de las fuerzas del orden estadounidenses y estonias. Ambos sospechosos han sido acusados de 18 cargos de conspiración para cometer fraude electrónico, fraude electrónico y conspiración para cometer blanqueo de capitales y cada uno se enfrenta a un máximo de 20 años entre rejas.

“El tamaño y el alcance de la presunta trama es realmente asombroso”, ha indicado el fiscal estadounidense Nick Brown, “Estos acusados capitalizaron tanto el atractivo de la criptomoneda, como el misterio que rodea la minería de criptomonedas, para cometer un enorme esquema Ponzi”.

Según los documentos judiciales, los dos sospechosos intentaron llevar a cabo un esquema multifacético que comenzó alrededor de diciembre de 2013 con un negocio falso llamado HashCoins. De acuerdo con la información del tribunal, la empresa, con sede en Estonia, pretendía fabricar y vender hardware y equipos de minería de bitcoin y otras monedas virtuales a una base de clientes mundial y exigía a los clientes que pagaran el equipo en su totalidad cuando lo pidieran.

En mayo de 2015, HashCoins empezó a decir a los clientes que, en lugar de recibir sus máquinas físicas, obtendrían un porcentaje de los beneficios de una nueva operación de minería llamada HashFlare, que afirmaba utilizar equipos de minería de HashCoins. La empresa era vista como uno de los principales actores del sector, pero cerró gran parte de sus operaciones mineras en julio de 2018.

Asimismo, Potapenko y Turogin también habrían persuadido a otras otras víctimas para que invirtieran en un banco de moneda digital falso llamado Polybius Bank. La falsa compañía llegó a afirmar que había recaudado más de 6 millones de dólares y la pareja de sospechosos habría obtenido al menos 25 millones de dólares de inversores de terceros a través de la ICO.

La última comunicación pública de HashFlare llegó en 2019 a través de un comunicado el 9 de agosto, donde anunciaban que suspendían la venta de contratos de ETH porque la "capacidad actual se ha agotado. La compañía prometió reanudar las actividades en un "futuro muy cercano".

Según ‘Cointelegraph’, el FBI está investigando el caso y busca información de los clientes que han denunciado los supuestos esquemas fraudulentos de HashFlare, HashCoins y Polybius.

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