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La banca privada ha hecho un llamamiento al Banco Central Europeo (BCE) y al resto de bancos centrales del mundo hagan un "estudio cuidadoso sobre riesgos y soluciones de las monedas digitales" en las que el 80% de supervisores monetarios y gobiernos del mundo se hallan trabajando.

En estos términos se ha expresado Pablo Urbiola, economista senior de BBVA, que ha participado en la conferencia 'Los retos de la llegada del Euro Digital', en el marco de las sesiones Revolution Banking 2021, que se desarrollan en formato online el 22 de junio.

El analista ha señalado que "no se trata de que el euro digital compita con formas de pago que tenemos, sino que complemente lo que ya existe para que se maximicen las sinergias". En este sentido ha urgido a las autoridades monetarias a que garanticen mecanismos que controlen que la futura moneda única en formato digital sea un "medio pago y no instrumento de ahorro o medio de inversión", con el objetivo de prevenir "que haya trasvase de ahorros de la banca al BCE" lo que, a su juicio, sería "una disrupción del sistema".

Urbiola ha propuesto, por ejemplo, un "límite a la tenencia" o una "estructura de tipos de interés en dos tramos" con el fin de evitar que los consumidores de la eurozona utilicen el futuro euro digital para otros fines que no sea simplemente como medio de pago, tanto "en circunstancias normales como de crisis financiera" porque en contextos de inseguridad "hay riesgo de desplazamiento mayor de fondos".

De hecho, el BCE ha puesto sobre la mesa un límite a los depósitos de particulares de 3.000 euros, para desincentivar precisamente estas prácticas que pondrían en jaque al sector. Aún así, las previsiones de bancos de inversión como Morgan Stanley es que la nueva divisa comunitaria online evaporará alrededor del 8% de los depósitos bancarios de la eurozona.

En este sentido, junto a los expertos Israel Rodríguez, de Unicaja Banco y David Creer, de GFT.es, Urbiola ha pedido al BCE "contar con bancos y reguladores de pagos para la distribución del euro digital" y que sean ellos quienes "den servicio al cliente". "No se trata de que el euro digital compita con formas de pago que tenemos, sino que complemente lo que ya existe para que se maximicen las sinergias", ha sentenciado.

El ecnomista de BBVA también ha argumentado que las futuras CBDC (siglas de Central Bank Digital Currency, como se las conoce en inglés), tienen que ser "atractivas, ofrecer algo diferencial y que sean un complemento". Y ha explicado que los trabajos del BCE sobre el euro digital surgen como respuesta "a la amenaza de CBDC extranjeras o stablecoins, así como para ofrecer alternativas al desuso de los pagos en efectivo".

"Como entidades financieras defendemos que esto se dé en un espacio de juego en el que todos compitamos con las mismas reglas", ha pedido Rodríguez a su turno. Por lo que se ha mostrado de acuerdo con Urbiola en que se debe establecer una colaboración público-privada para alcanzar estos objetivos en el euro digital. En definitiva el sector privado ha urgido a los bancos centrales a "desarrollar la infraestructura y funcionalidad básica sobre el que los agentes privados puedan trabajare innovar para permitir más implementaciones".

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