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La carrera alcista que acumula el bitcoin desde que el fundador de Tesla, Elon Musk, hizo pública una inversión mil millonaria en la más operada de las divisas criptográficas ha seguido esta semana hasta niveles históricos por encima de 55.000 dólares. El apoyo de otros gigantes de Wall Street ha estimulado las compras, pero voces como las de JP Morgan se cuestionan si tanto entusiasmo está justificado por una inversión de apenas 11.000 millones de dólares de un puñado de compañías, a la vez que recuerdan el reverso tenebroso de la creación de Satoshi Nakamoto: la volatilidad.

No se trata tanto de quién ha entrado ya en este mercado, sino de la gran repercusión que la toma de posiciones de Tesla ha generado en BNY Mellon, Mastercard o Morgan Stanley, por no mencionar a BlackRock. El reconocimiento de los pagos en criptomonedas y la validación que estas firmas imprimen a los activos digitales ha disparado todo tipo de predicciones para su precio, siendo los 100.000 dólares un objetivo que ahora se ve más que posible este año. Por no hablar de que la resistencia real se ubica en el área de los 170.000 - 200.000 dólares, según el análisis técnico. Hasta hay gestores de fondos que aventuran que a largo plazo se pagará un millón de dólares por cada bitcoin y que será una reserva mundial como el oro.

Sin embargo, algunos analistas avisan de los obstáculos que afronta el bitcoin, como por ejemplo que aún está lejos de convertirse en una forma de pago ampliamente utilizada. "No es actualmente una forma eficiente de realizar transacciones de gran volumen, y ciertamente no es un depósito de valor, ya que la volatilidad de su precio, del 80%, es una docena de veces mayor que la del euro y siete veces mayor que la del rublo ruso", argumenta Harley Bassman, socio gerente de Simplify Asset Management, quien sí lo considera "un activo especulativo”.

El bitcoin se ha multiplicado por ocho desde el pasado mes de marzo y ha sumado más de 700.000 millones de dólares en valor de mercado desde septiembre. Pero JPMorgan pone en tela de juicio la proporcionalidad del auge sobre la base de un flujo total de poco más de 11.000 millones de dólares de inversores institucionales.

Su oferta limitada -basada en que los "mineros" producen un número determinado de nuevas monedas- ha hecho que los tenedores cobren una prima por el bitcoin que sale al mercado, dijeron los analistas de JP Morgan en una nota. Según su análisis, los flujos minoristas también pueden haber magnificado los flujos institucionales. Actualmente, alrededor del 78% de los bitcoins emitidos se han perdido o se mantienen con muy poca intención de venderlos. Esto deja menos de 4 millones de bitcoins para repartir entre los futuros participantes en el mercado, incluidos los grandes inversores institucionales como PayPal, Square, las empresas del S&P 500 y los fondos negociados en bolsa, según el proveedor de datos de blockchain Glassnode y ‘Reuters’.

Sin embargo, los precios del bitcoin y su rol de activo reserva y rival del oro no son sostenibles a menos que las fuertes oscilaciones de la moneda criptográfica se calmen rápidamente, subrayan los expertos de JP Morgan. En los últimos tres meses ha presentado una volatilidad del 87% frente al 16% del oro y al tipo de cambio actual, la moneda digital ya ha duplicado al oro en términos de capital riesgo la volatilidad realizada a tres meses de la moneda digital, subrayan los analistas del banco de inversión.

LA VOLATILIDAD, UN PRECIO QUE LOS GRANDES ESTÁN DISPUESTOS A PAGAR

"El bitcoin será muy volátil durante un periodo de tiempo muy largo, pero con lo que está ocurriendo con los bancos centrales, su atractivo se basa en la macroeconomía", señala Pat LaVeccchia, de Oasis Pro Markets. "Cuando veo las noticias de que Morgan Stanley, Paul Tudor Jones y Stanley Druckenmiller, que no podrían ser más tradicionales, están explorando o invirtiendo en bitcoin desde el punto de vista de la diversificación, queda claro que el bitcoin está aquí para quedarse aunque vuelva a caer a 30.000 o 20.000 dólares", añade.

La capitulación de los gigantes de la inversión que antaño habían echado pestes del bitcoin recorre Wall Street como la pólvora, añadiendo más motivos al rally. Y los analistas mantienen que es una excelente manera de diversificar las carteras y obtener rentabilidades en el entorno de dinero barato de los gobiernos e instituciones para paliar los efectos de la pandemia.

El jefe de renta fija global de BlackRock, Rick Rieder, dijo el miércoles a la ‘CNBC’ que la mayor gestora de activos del mundo ha comenzado a "incursionar un poco" en el bitcoin. Anthony Scaramucci, fundador y socio gerente del fondo de cobertura SkyBridge Capital y ex director de comunicaciones bajo la administración de Donald Trump, también dijo a ‘CNBC’ que ve al bitcoin alcanzando los 100.000 dólares por unidad antes de que termine el año, citando la ley de la oferta y la demanda. SkyBridge también invierte en bitcoin.

“La reciente historia del bitcoin nos demuestra que cada vez que se inicia un nuevo ciclo alcista este se adentra en un movimiento parabólico que viene a durar un año para después corregir/drenar las subidas durante un periodo que viene a durar dos años”, comenta José María Rodríguez, analista de Bolsamanía. “En este periodo el precio corrige cerca del 80% de la subida previa y después llega un nuevo 'halving' y a partir de ahí, poco a poco, se construye un nuevo ciclo alcista. El actual ciclo alcista estaría lejos todavía de alcanzarse y por lo tanto las posibilidades del bitcoin son muchas”, concluye.

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