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El presidente de AEB, José María Roldán.AEB - Archivo

La banca española se ha rebelado contra la prohibición decretada por diferentes autoridades europeas de repartir dividendo. La AEB considera que "no es justo el café para todos" y que debe discriminarse en función de la situación de cada entidad. Algunas aseguran que esta prohibición les ha hecho mucho daño porque ha forzado las ventas de muchos inversores, lo que ha agravado la caída del sector en bolsa.

"No se puede prohibir repartir dividendos a todos, debe haber una discriminación en función de la situación de cada entidad. Y debe hacerlo el supervisor, que es el que mejor conoce la situación de cada uno", según José María Roldán, presidente de la patronal bancaria (AEB). "No es justo el café para todos. No nos sentimos cómodos con que se hagan obligatorias unas medidas que habíamos tomado de forma voluntaria, esos pronunciamientos de las organizaciones de toda Europa sobre los dividendos bancarios. Dependerán de cómo evolucionen los resultados y la situación", añade.

A su juicio, esta prohibición indiscriminada "quita confianza en el sector, porque parte de esa confianza es que el capital que inviertes va a estar retribuido". Y eso es lo que más daño ha hecho al sector de la prohibición: la salida de inversores de los valores bancarios. "Hay muchos fondos de largo plazo y de rentas que necesitan el dividendo; si dejas de pagarlo, se van a otros valores", explica un gestor de patrimonios.

Un alto directivo de un importante banco español culpa a la prohibición de que los bancos hayan caído mucho más en bolsa que el resto de sectores: "No poder pagar dividendos nos ha hecho mucho daño, hay mucho inversor que entra por dividendos, y de ahí la caída en bolsa". Y advierte de que "los bancos tienen que emitir AT1 [deuda que asume pérdidas] y el mercado necesita claridad sobre el pago de los cupones".

La tesis del sector es que ellos ya habían decidido voluntariamente suspender el dividendo con la intención de retomarlo lo antes posible, pero la prohibición de "varias instituciones europeas, secuencialmente" acaba con esa estrategia porque no saben cuándo se levantará. Lo que implica que los inversores no pueden contar con cobrar dividendos este año ni tampoco el próximo.

Pero además, les molesta mucho el "café para todos" en palabras de Roldán, que lanzó ayer un dardo envenenado: "No puedes comparar a la banca alemana, que no tiene rentabilidad, con la española, que sí tiene". Por eso, pide que se discrimine entre las entidades cuya situación permite retribuir a los accionistas y las que no. El encargado de hacerlo debería ser "el supervisor, que es el que mejor conoce las entidades". Es decir, el BCE.

LOS BANCOS SEGUIRÁN ADELANTANDO EL PAGO DE LOS ERTE

Por otro lado, la AEB y la CECA aseguraron ayer que seguirán adelantando el pago de los ERTE a sus clientes a pesar de los numerosos errores del SEPE. Eso sí, piden que sea este organismo el que solucione los problemas que él ha creado y que persiga a aquellos a los que ha pagado de más y que no obligue a las entidades a ser ellas las que persigan a sus clientes.

"Es la administración la que tiene que establecer ese no-derecho a cobro, nosotros no somos quién", aseguró Roldán, quien insistió en "quitar hierro al asunto" y en decir que "es normal que haya un pequeño porcentaje de errores e incidencias cuando se tramitan cientos de miles de solicitudes en tan poco tiempo".

Por último, Roldán insinúa que el Gobierno debe ir más allá de los créditos ICO y las moratorias para ayudar a las empresas, y plantearse medidas que se han adoptado en otros países como inyecciones de capital o rebajas de impuestos. No obstante, aseguró que lo más importante ahora mismo es "no cometer errores", y después ya podrán pensarse nuevas medidas.

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