Las ganancias que acumulamos son importantes, por cuando adoptamos largos hace ya mucho tiempo en el ‘hermano menor’ del oro. Pero a lo que nos debemos ceñir ahora, más allá del corto plazo, es en el hecho de que desde los mínimos de noviembre tenemos impecables mínimos y máximos crecientes. Y así no se cae.
Las caídas en los últimos meses en los títulos de la compañía hotelera son muy importantes, pero no por ello tenemos figura de vuelta de ningún tipo. Más bien todo lo contrario. Técnicamente, este ha perforado recientemente a la baja y con claridad un amplio triángulo (máximos decrecientes y mínimos crecientes), los que deja la puerta abierta a la posibilidad de que intente atacar como mínimo la zona de soporte que presenta en los 6,90-7 euros: los mínimos de 2014 y de 2016.
La recta final de julio/principios de agosto está siendo muy dura para la cotización del banco holandés, que ha caído a plomo. Este ha perforado el soporte que presentaba en la recta soporte que unía los mínimos del Brexit y los del pasado mes de diciembre. Lo que, rebotes aparte, le deja la puerta abierta a la posibilidad de buscar el único soporte que presenta en este momento: los mínimos del Brexit en los 8,30 euros.
El índice de la locomotora europea ha perdido ‘momentum’ (velocidad de crucero) tras perforar la recta soporte que unía los mínimos de diciembre y de junio. Lo que le ha llevado en un abrir y cerrar de ojos a las puertas del importante soporte que presenta en los mínimos de junio (11.620 puntos).
