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La recta final de julio/principios de agosto está siendo muy dura para la cotización del banco holandés, que ha caído a plomo. Este ha perforado el soporte que presentaba en la recta soporte que unía los mínimos del Brexit y los del pasado mes de diciembre. Lo que, rebotes aparte, le deja la puerta abierta a la posibilidad de buscar el único soporte que presenta en este momento: los mínimos del Brexit en los 8,30 euros.
Lo que quiere decir que si tenemos que lanzarnos a la piscina en este título solo lo haremos en los niveles de precio más cercanos a este soporte y no antes. Ya que en el corto plazo no descartamos un rebote en forma de pull back a la nueva zona de resistencia, antes soporte, de los aproximadamente 9,30 euros para desde ahí atacar de nuevo los mínimos del Brexit.
Nada más comenzar agosto hemos conocido que el banco holandés batía las expectativas del mercado pese a ganar un 3% menos que en el mismo periodo del año anterior tras registrar un beneficio neto de 2.556 millones de euros en el primer semestre. En lo que respecta a España, el negocio de banca minorista sigue su tendencia positiva. Los clientes para los que ING es su banco principal han crecido un 8,6% en el último año hasta los 2.245.000. Por su parte, los clientes totales de la entidad se han incrementado un 3,8% y ya rozan los 4 millones.
Este buen comportamiento se ve reflejado en los fondos gestionados que alcanzan los 66.728 millones de euros, lo que representa un aumento del 7,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior. El banco continúa registrando un crecimiento sólido tanto en hipotecas y crédito al consumo como en productos de inversión. ING alcanzó los 19.495 millones de euros en financiación, un 17,4% más que un año antes.
