• El Gobierno supedita las demandas de Mas a lo que pase con la votación soberanista
  • CiU da oxígeno a la reforma electoral del PP
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Desde que Artur Mas acudiera a Moncloa el pasado 30 de julio, el clima entre el PP y CiU parece haber mejorado. Al menos se han suavizado las críticas del partido del Gobierno central al caso Pujol. Pero el pulso sobre la consulta del 9 de noviembre se mantiene.

Una buena muestra de la mejora de las relaciones entre ambos Ejecutivos es que el énfasis de la comparecencia de Montoro ante el Congreso, el 2 de septiembre estará en la lucha contra el fraude fiscal y no en las actividades del ex president de la Generalitat y fundador de CDC, Jordi Pujol.

Sin embargo, parece que la estrategia del Ejecutivo de Mariano Rajoy es dar “una de cal y una de arena”: tal y como publica El Mundo el Gobierno presentará un doble recurso ante el Tribunal Constitucional (TC) de cara a la consulta del 9-N. Uno contra la Ley de Consultas que será aprobada por el Parlament a mediados de septiembre y el otro contra el decreto oficial de convocatoria de la consulta, a pesar de que no se trata de una norma con rango de ley. Lo hará en menos de una semana a partir de que se apruebe en la cámara catalana.

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LAS NEGOCIACIONES ENTRE EJECUTIVO Y GENERALITAT, SUPEDITADAS A LA CONSULTA

La posición del Ejecutivo sigue siendo un “no” mayúsculo a que de pueda celebrar la votación soberanista en Cataluña, aunque La Vanguardia insiste en que hay síntomas de deshielo. Según explica el rotativo, se tienen que buscar en la apertura del Gobierno a negociar las 23 peticiones que el president de la Generalitat, Artur Mas, entregó a Mariano Rajoy. Eso sí, el presidente del Gobierno no daría una respuesta global, evitando que se interpretara como una cesión para aplacar las demandas soberanistas. En cualquier caso, se curan en salud diciendo que “no hay dinero para todo”, especialmente para aumentar el déficit de Cataluña para 2015 o para las mejoras en materia de infraestructuras como las obras de los accesos al puerto de Barcelona, señala el rotativo catalán.

Cualquier paso fuera de la ley de Mas afectaría al diálogo

Por otra parte, según el medio el Gobierno supeditará el diálogo y todos los avances que se puedan dar en las propuestas de Mas para la comunidad al curso de los acontecimientos de cara a la consulta del 9 de noviembre en las próximas 10 semanas. Así, la posibilidad de que el president realice alguna acción fuera de la ley afectaría al “diálogo abierto” entre Govern de Cataluña y Gobierno central.

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CIU APOYARÁ LA REFORMA ELECTORAL, CON CONDICIONES

El balón de oxígeno que los convergentes mandaron al PP en materia de reforma electoral bien podría tomarse como otro indicativo de que hay mejor disposición de ambas fuerzas a negociar. CiU está abierta a considerar dar un “tal vez” a la propuesta de Rajoy, que puede seguir adelante con la reforma. Eso sí, la coalición nacionalista impondría sus propias condiciones y propondrá celebrar una segunda vuelta en los casos en los que la candidatura ganadora no obtienen el 40% de los votos; además, propondrá que estas sean abiertas.

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