• El Índice del dólar planea sobre los máximos de 13 años y medio alcanzados el viernes
  • El Euro se ha desplomado demasiado rápido hacia el nivel de los 1,05 dólares y puede corregir hasta los 1,08 dólares

La euforia post Trump, que ha generado unas cotas de volatilidad no vistas en el mercado de las divisas, con los operadores reaccionando desmesuradamente a cualquier comentario del presidente electo de los EEUU, sigue dominando la acción del precio del dólar. El índice del dólar se encamina de nuevo a los máximos de 13 años y medio alcanzados en el cierre de la semana pasada, ya que la total seguridad de que la Reserva Federal de EEUU (Fed) suba tipos en su próxima reunión del mes de diciembre ha acabado por impulsar el “billete verde” que surca los cielos contra todos sus rivales.

Así, este subyacente -que mide el desempeño de la moneda contra una cesta de seis divisas rivales- se dirige de nuevo hacia el reciente pico alcanzado en la sesión del viernes, en los 101,48 puntos, un nivel no visto desde abril de 2003. Durante la semana pasada, este índice protagonizó su rally semanal más agudo desde 2015, incrementándose más de un 4%. La pasada madrugada se ha disparado hasta los 101,31 puntos.

Además de este fulgor del “billete verde”, los otros dos protagonistas del mercado son una “nueva forma de volatilidad a la que los operadores tendrán que acabar por acostumbrarse”, en palabras de Adam Jepsen, fundador de FinancialSpreads.com y la Fed. La comparecencia de la presidente del banco central de EEUU quien declaró ante el Congreso que la subida de tipos podría llegar “relativamente pronto”, acabó por catapultar el dólar, que se apreció contra el euro hasta los 1,0569 dólares el pasado viernes -un nuevo máximo anual. Ahora, los futuros de la Fed muestran un 100% de posibilidades de que el aumento del precio del dinero se produzca en diciembre y, aunque el euro gana algo más de un 0,6% en este arranque de semana, por encima de los 1,06 dólares, todos los expertos consultados señalan que el dólar aún no ha alcanzado su techo.

No podemos descartar que el rebote del euro tenga continuidad en las próximas semanas hacia la zona de resistencia, antes soporte, de los 1,0848 dólares

Así las cosas, “ya tenemos al euro/dólar intentando rebotar desde la zona de soporte que hemos comentado sesiones/semanas atrás, la base del canal bajista por el que se viene desplazando el precio desde los máximos de mayo”, afirma José María Rodríguez, analista de Bolsamanía. “De hecho ya sabemos que, por definición, la base de un canal es soporte. Por lo tanto no podemos descartar que el rebote tenga continuidad en las próximas semanas hacia la zona de resistencia, antes soporte, de los 1,0848”, indica el experto.

“Ahora bien, de perforarse la base del canal podemos asistir a un inminente movimiento correctivo hacia los mínimos de 2015 en los 1,04610 y por debajo la paridad”, alerta Rodríguez. “Lo que debemos tener claro, rebotes aparte, es que el euro sigue inmerso dentro de una impecable tendencia bajista de medio y largo plazo”, sentencia el analista de Bolsamanía.

Eurusd

Gráfico Euro/Dólar

UN NUEVO TIPO DE VOLATILIDAD

La situación en el mercado de las divisas denota nerviosismo para Jepsen, ya que “los inversores reaccionan desmesuradamente a los comentarios de Donald Trump”. “No importa que no aplique su retórica por ahora, vamos a tener grandes cotas de volatilidad en el corto plazo”, asegura el experto para quien los operadores deben “trazar un plan para este nuevo tipo de volatilidad” que se desprende de los “exabruptos públicos” del nuevo líder de la primera potencia mundial. Para el fundador de Financial Spreads es sólo cuestión de tiempo que “los mercados acaben por ignorar al nuevo inquilino de la Casa Blanca”, algo que ocurrirá “en cuanto se den cuenta de que sus comentarios son en gran parte insustanciales”.

Pero mientras los operadores alcanzan este nivel de tranquilidad, cabe esperar que las divisas sigan a merced del panorama político en los EEUU. Contra el yen, por ejemplo, el dólar ha alcanzado el máximo desde el pasado junio, en los 111,90 yenes.

La escalada de la divisa sigue cogida de la mano de las subidas del rendimiento de los bonos de EEUU, que han marcado su mayor incremento de dos semanas en los últimos cinco años. Los inversores siguen deshaciéndose de sus posiciones en renta fija estadounidense. “Los operadores seguirán vendiendo bonos y comprando dólares, mientras no sepamos los detalles de los ‘Trumponomics’ -como el mercado ha bautizado las políticas de Donald Trump-, algo que no sabremos hasta finales de enero del año próximo”, ha afirmado un estratega de Mizuho Securities en declaraciones a Reuters.

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