- Con la abstención, Sánchez, podría continuar al frente de la secretaría del partido
- El PSOE podría desgastar desde la oposición a ese Gobierno, su apoyo es fundamental
Se sigue especulando con la posible dimisión de Mariano Rajoy, una dimisión que, para algunos, abriría la puerta a un Gobierno del PP, algo que ahora, con él al frente, sería mucho más difícil.
El presidente del Gobierno en funciones ha negado, 'por activa y por pasiva', que vaya a dimitir y ha confirmado en más de una ocasión que, de celebrarse unas nuevas elecciones, se presentará para ser reelegido. Aun así, los expertos creen que este hecho tiene bastantes posibilidades de ocurrir finalmente como una forma de salir del "atolladero político" en el que nos encontramos.
Si dimitiera, no existirían razones para que no se llegara a ese acuerdo y el PP gobernaría con Rivera
Carlos Sánchez, en un artículo en El Confidencial, vuelve a plantear esta posibilidad, recalcando que la idea de que Rajoy no será el próximo presidente del Gobierno es cada vez más evidente. Para ello, hace alusión a las palabras de este miércoles del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que personalizó en el propio Rajoy los casos de corrupción y subraya la probabilidad de que finalmente, de cara a un acuerdo con Ciudadanos, esto sea lo más probable. Rajoy se convertiría en el principal escollo entonces, señala Carlos Sánchez, para ese posible acuerdo con Ciudadanos. Si dimitiera, no existirían razones para que no se llegara a ese acuerdo y el PP gobernaría con Rivera como vicepresidente.
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¿POR QUÉ ACEPTARÍA SÁNCHEZ?
Las cuentas tampoco le saldrían al Partido Popular y Ciudadanos en esta coalición, sin embargo, tras el previsible fracaso en el proceso de investidura de Sánchez, la situación cambiará. Si el socialistas se abstiene en ese gobierno de 'centro-derecha' al menos tendría como seguro seguir siendo secretario general del Partido Socialista, algo fundamental, teniendo en cuenta la enorme presión que recibe Sánchez por parte de los barones territoriales. La otra ventaja que señala El Confidencial es que a pesar de permitir un Gobierno del PP y Ciudadanos, sus votos serían decisivos a la hora de apoyar o tumbar todas las medidas del nuevo ejecutivo, con lo que los socialistas tendrían un enorme poder de desgaste sobre sus rivales sin que ello les costase crédito político. En este escenario, Podemos no sería estaría como la única fuerza de izquierdas en la oposición (lo que busca actualmente Pablo iglesias).
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LAS CUENTAS NO LE SALEN A SÁNCHEZ
Las cuentas del PSOE siguen sin salir. Pedro Sánchez está muy lejos de contar con los apoyos que necesita para ser presidente en la segunda votación de la investidura, que tendrá lugar este viernes. En ella el socialista sólo necesita mayoría simple (más síes que noes) para salir elegido, aunque tiene complicado conseguirlo. El único partido que ha votado sí a Sánchez en la primera sesión de investidura ha sido Ciudadanos, con 40 diputados. Éstos, junto a los 90 del PSOE, sumaron 130 votos. Una cantidad que ni se acercó a la la mayoría absoluta, 176 votos, que necesitaba en la primera votación para lograr la presidencia del Gobierno.
RAJOY LLAMARÁ A SÁNCHEZ
El PP va estar "luchando hasta el último día" para lograr un gobierno estable
Asimismo, este jueves se ha conocido que Rajoy tiene previsto telefonear a Sánchez tras la segunda votación del debate de investidura de este viernes. El líder del PSOE tiene las cosas difíciles, pero los rumores apuntan a que en el PP temen que Podemos cambie el sentido de su voto y se abstenga, lo que daría la presidencia al socialista. ¿Se ha anunciado esta llamada para intentar frenar el acercamiento entre los socialistas y los de Pablo Iglesias?
Ha sido la secretaria general del PP y diputada, María Dolores de Cospedal, la que ha adelantado que se producirá esta llamada en una entrevista en Telecinco. Según ha dicho, Rajoy reiterará su propuesta de gran coalición con Ciudadanos al considerar que es lo mejor para el país. "Sí, sí, lo hará, como lo ha hecho en otras ocasiones", ha respondido al ser preguntada al respecto, y ha insistido en que el PP va estar "luchando hasta el último día" para lograr un gobierno estable.
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