• Luces, motor, cinturones de seguridad, frenos... los técnicos revisarán hasta una decena de elementos en la ITV
  • Acudir con el coche limpio, aunque parezca una tontería, puede evitar más de un disgusto
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ITV Inspección de VehículosEUROPA PRESS

Es uno de los grandes temores de los conductores. Llevar el coche a la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) puede ser todo un dolor de cabeza si el coche ha dado algún que otro problema o si ya tiene bastantes kilómetros sobre sus ruedas. Y todo se debe, en la mayoría de los casos, al desconocimiento que hay sobre el funcionamiento de esta revisión que, dependiendo de la edad del automóvil, habrá que hacer con más o menos periodicidad. ¿Qué hacer para superarla con éxito?

Los primero que hay que tener en cuenta es qué van a mirar los técnicos en la ITV. Esta inspección tiene como objetivo verificar el funcionamiento de los distintos elementos del coche para asegurar que todos aquellos vehículos que están en circulación cumplen unas condiciones técnicas mínimas que garantizan la seguridad de las personas, reducen al máximo el riesgo de accidentes y protegen el medio ambiente, en lo que a emisión de gases se refiere.

La ITV inspecciona el funcionamiento de los elementos del coche para asegurar que cumple unas condiciones técnicas mínimas de seguridad

Así, existen dos tipos de inspecciones: las periódicas, a las que deben someterse todos los vehículos con una periodicidad establecida por ley, que varía en función de su clase, antigüedad y el uso al que se destinan (por ejemplo, los coches de hasta cuatro años están exentos y, a partir de ahí, las revisiones serán bianuales hasta los diez años, momento desde el que será obligatorio pasar la ITV cada año); y las no periódicas, que sólo tendrán que realizarse en determinadas circunstancias, como prematriculaciones, legalización de reformas hechas en vehículos, inspecciones para la emisión de duplicados de tarjetas de ITV..., etc.

Durante la inspección, los técnicos revisarán hasta diez elementos del coche: los datos identificativos del vehículo (se comprueba que la matrícula, el número de bastidor, la marca y el modelo coincidan con los indicados en la documentación), el exterior (los retrovisores, lunas, matrícula, chasis, limpiaparabrisas, mecanismos de apertura y cierre… deben funcionar correctamente), el interior (puertas, ventanillas, cinturones, velocímetro...), alumbrado (correcto funcionamiento de las luces, que deben estar homologadas) y frenos (se verifican todos los elementos relacionados con el sistema de frenos, desde el pedal hasta el bombín de la rueda).

En la ITV también se revisan las emisiones contaminantes (que sean inferiores a los establecidos de acuerdo a su fecha de fabricación y al tipo de combustible utilizado, y que el nivel de ruido producido no supere los niveles marcados por ley), dirección (se comprueba su estado y funcionamiento), neumáticos y suspensión (los técnicos revisan el estado general de los ejes y ruedas, y que los neumáticos sean los homologados), motor y transmisión (ruido, posibles fugas del mismo...) y otros elementos (verifican, por ejemplo, si se ha realizado en el coche alguna reforma y no se ha homologado).

Tras analizar el coche, el inspector emitirá un informe en el que detallará los fallos encontrados, que pueden ser calificados de leves, graves o muy graves. Si sólo hay fallos leves, el vehículo pasará la inspección y podrá seguir circulando, pero si encuentran fallos graves o muy graves, el conductor tendrá que subsanarlos en un plazo máximo de dos meses y volver a pasar la ITV, habitualmente en la misma estación.

CONSEJOS PARA IR A LA ITV

Estos son los elementos que se van a mirar con detalle en la ITV, aunque nunca está de más seguir estos consejos que ayudarán a asegurarse el éxito en la inspección:

1. Muy importante: llevar toda la documentación necesaria. El conductor tendrá que presentar los originales de la la Tarjeta de Inspección Técnica, el Permiso de Circulación, el Informe Inspección Técnica (en caso de no ser la primera vez que se pasa la ITV), y el recibo en vigor del seguro obligatorio.

2. Pedir cita previa. Para evitar las habituales colas que suelen formarse en la ITV (la inspección de cada vehículo supone, de media, unos 20 minutos), lo mejor es pedir cita previa. Se puede hacer a través de la web de cualquier estación de inspección o por teléfono.

3. Atención a las luces. Son uno de los elementos que más miran los técnicos, y suelen ser los que provocan más fallos, tanto leves como graves, dado que en muchas ocasiones el conductor no se da cuenta de que lleva los faros fundidos. De hecho, es más que habitual que un coche que esté en perfecto estado mecánico no supere la ITV por defectos en los dispositivos de iluminación.

4. Cuidado con los paragolpes. Hay que asegurarse de que están bien sujetos el vehículo y no tienen bordes que puedan producir cortes o la inspección será desfavorable.

5. Parabrisas y claxon, a examen. Tampoco está de más comprobar el correcto funcionamiento del claxon antes de ir a la ITV, o asegurarse que no hay ningún chinazo en la luna que pueda haberse extendido formando una grieta, porque el conductor se arriesga a no pasar la inspección.

6. Las matrículas, bien sujetas y en buen estado. No deben tener números borrosos, ni estar dobladas o presentar bordes cortantes, porque si están en estas condiciones y el inspector cree que impiden la identificación del vehículo, no se superará la inspección.

7. Retrovisores. Los expertos confirman que el vehículo no pasará la inspección si los retrovisores no están bien sujetos o presentan algún desperfecto, porque se consideran un elemento fundamental para la seguridad.

8. Los limpiaparabrisas son clave. Uno de los errores más comunes es el llevar poco líquido en el depósito del limpiaparabrisas. Conviene comprobar esto antes de acudir a la inspección y verificar que los 'limpias' funcionan correctamente, o se sumará una falta grave que obligará a volver a pasar la ITV.

9. Ruedas bien hinchadas y con suficiente dibujo. La medida de las ruedas debe coincidir con la homologada en la ficha técnica del coche, y además la banda de rodadura debe tener una profundidad de más de 1,6 mm. Tampoco pueden presentar cortes o deformaciones y deben tener la presión adecuada.

10. Por último, ir con el coche limpio. Aunque parezca una tontería, presentarse a la ITV con la carrocería reluciente y con el interior limpio puede sumar puntos, porque si el coche parece descuidado eso podría predisponer al inspector a la hora de calificar los fallos que encuentre.

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