• Hanoune considera que el año estará marcado en renta fija por los bancos centrales y por Donad Trump
  • Cree que hay atractivo en los 'CoCos' bancarios y en los sectores la energía y de los servicios públicos de los países emergentes
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Hervé Hanoune, director de Renta Fija de Vontobel AM

Aún hay oportunidades en renta fija. De hecho, siempre existen, ya que las “ineficiencias” de los mercados permiten “encontrar valor”, asegura Hervé Hanoune, gestor de Vontobel AM. El experto considera que 2017 estará marcado por el inicio de la aplicación del plan fiscal de Donald Trump y por las decisiones de los grandes bancos centrales.

Hanoune se incorporó en 2014 a Vontobel para ser su director de renta fija y hacerse cargo del Vontobel Fund Global Aggregate Bond, fondo de deuda que tiene 470 millones de euros bajo gestión, y que obtiene una rentabilidad anualizada del 14% en los últimos tres ejercicios, aunque pierde un 0,8% en el arranque de 2017, según los datos de Morningstar. Se trata de uno de los gestores más reconocidos en renta fija por la industria, ya que anteriormente gestionó el Amundi Funds Bond Global Aggregate, vehículo que cuenta con un patrimonio de más de 6.000 millones de euros.

Pese a los mensajes apocalípticos de algunos analistas y a las pérdidas que han sufrido gran parte de los gestores de renta fija durante los últimos meses, tras la escalada generalizada de la rentabilidad -y caída del precio- de los bonos, Hanoune ve oportunidades. “Creemos que los mercados de renta fija son diversos y se comportan de manera diferente en función del ciclo, lo que crea ineficiencias a través de los diferentes segmentos de deuda”.

Creemos que los mercados de renta fija son diversos y se comportan de manera diferente en función del ciclo, lo que crea ineficiencias a través de los diferentes segmentos de deuda

A su juicio, 2017 será el año en el que los inversores volverán a atender a los fundamentales, con un pronóstico de que el IPC de Estados Unidos estará por encima del objetivo de la Reserva Federal (Fed) -2%-. Asimismo, espera que la curva de rendimientos en renta fija se incline -mayor aumento de rentabilidades en los plazos de vencimiento más largos- una vez que Donald Trump confirme que el déficit fiscal se ampliará en Estados Unidos y promoverá proyectos de infraestructuras. “El riesgo aquí es que la Fed suba los tipos y reduzca el balance al mismo tiempo. Así que esperamos que los bonos del Tesoro a 10 años alcancen el 3% este año en algún momento, y creemos que podríamos ver una inclinación mayor de la curva de rendimientos, especialmente en el tramo largo, si Trump hace más de lo esperado”, señala el gestor de Vontobel.

En este sentido, prevé que el ejercicio rotará entre dos ciclos. Una primera mitad del año con subidas de los tipos por parte de la Fed y con el protagonismo de Trump, lo que “será bueno para los activos estadounidenses, especialmente para aquellos ligados al crecimiento y a la inflación”, estima. “Nosotros, por ejemplo, favorecemos la deuda de mercados emergentes”, agrega. Asimismo, los activos europeos permanecerán “bajo control debido a la preocupación política que rodea a las elecciones francesas y alemanas”. Pero la segunda mitad del año será el momento en el que en el mercado “se debería apreciar la recuperación de Europa sin la tapadera política”, asegura el director de renta fija de Vontobel.

Los activos europeos tienen margen para apreciarse, según la visión de este experto. “Europa se encuentra probablemente dos años por detrás de Estados Unidos en términos de brecha de producción y dinámicas de inflación, pero sus perspectivas de crecimiento son muy positivas”, explica Hervé Hanoune, que no anticipa cambios drásticos en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE): “El BCE intentará recordar gradualmente al mercado que la flexibilización cuantitativa es temporal. Esperamos el final para mediados de 2018, y la primera subida de tipos a finales del próximo año o principios de 2019”. Además, recuerda que en el Viejo Continente los riesgos que provocan la situación política de Italia y Francia, la morosidad del sector bancario o el Brexit “son elevados”.

OPORTUNIDAD EN BANCOS, EMERGENTES...

Los bonos 'grado de inversión' están cerca de un ajuste de diferencias récord y el riesgo que acarrea este instrumento está muy ligado al riesgo de duración

La cartera del fondo Vontobel Fund Global Aggregate Bond tiene como límites hasta un 25% de los activos invertidos en 'high yield' (calificación igual o inferior a BB+) corporativo, un máximo del 40% en deuda emergente y hasta un 20% en productos ABS o MBS (bonos titulizados y bonos respaldados por hipotecas). Actualmente, “el diferencial de deuda corporativa sigue siendo muy atractivo, aunque parte del mercado empieza a parecer muy expansiva y Europa en su conjunto se mantiene en un momento relativamente barato”, asegura. En este sentido, destaca los bonos convertibles (CoCos) emitidos por el sector financiero: “Aún no están recuperados completamente (en precio), a pesar de que los fundamentales son mucho mejores y los cambios regulatorios los sostienen”. Por su parte, añade, “la deuda corporativa de mercados emergentes en divisa fuerte ofrece una buena oportunidad porque tiene menos apalancamiento que la deuda de mercados desarrollados. Nos gusta el sector energético y de servicios públicos en estos países en los que la demanda doméstica está en expansión”.

Por calificación de los bonos, el gestor infrapondera los títulos con grado de inversión. “Están cerca de un ajuste de diferencias récord y el riesgo que acarrea este instrumento está muy ligado al riesgo de duración. Evitamos estos riesgos”, defiende. “Nuestra cartera en este momento sigue invirtiendo en deuda corporativa de riesgo medio, con la calificación BB como la principal apuesta”, añade.

El fondo tiene como objetivo preservar el capital con retornos constantes, para los que aborda al construir la cartera las rentas en forma de cupón de los bonos, la rentabilidad en revalorización del precio de los activos y la descorrelación para construir “una cartera diversificada y consistente”, señala Hanoune. “La fuerte caída en los rendimientos durante los últimos años ha impactado en las tres cuestiones. Para nosotros la idea de la renta fija flexible (por la que aboga el vehículo) es detectar nuevas fuentes de valor a través de la expansión del universo tradicional”, arguye, con decisiones que incluyen el análisis macro y de los fundamentales de las instituciones emisoras. Además, también usan las divisas: “Son una herramienta empleada para quienes deciden políticas monetarias, y los gestores de renta fija deberían emplearla”, sentencia.

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