• Más frentes abiertos para May: el Parlamento escocés aprueba un nuevo referéndum de independencia de Reino Unido
  • Si se alcanzan los dos años de conversaciones sin acuerdo, Reino Unido quedará automáticamente fuera de la UE el 29 de marzo de 2019
  • El nerviosismo de los operadores provoca caídas en la libra
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Es oficial. La primera ministra británica, Theresa May, ha firmado en Londres la carta con la que comunicará a Bruselas, este miércoles, la activación del artículo 50 del Tratado de la Unión Europea (UE). Reino Unido inicia formalmente el proceso de separación del bloque europeo y da inicio a dos años de negociaciones para desvincularse del club al que ha pertenecido desde 1973, que acabarán de forma automática el 29 de marzo de 2019. La premier ha explicado este miércoles, en la Cámara de los Comunes, que una de sus prioridades será garantizar los derechos de los ciudadanos de la UE en Reino Unido. La Eurocámara ha reaccionado a la carta asegurando que "este no es un buen día, pero la UE está preparada".

Sir Tim Barrow, el representante permanente del Reino Unido ante la UE, ha hecho entrega de la misiva al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, alrededor de las 13:20, hora española, un poco antes de lo previsto. Este solemne momento activa una larga cuenta atrás de 730 días para que se alcance un acuerdo de divorcio que, según el Tratado de Lisboa, se puede prorrogar con una decisión unánime del Consejo Europeo y el consentimiento de Reino Unido.

La desconexión oficial, por tanto, ya está en marcha. Y evoca el mítico titular de 'The Times' de hace casi 50 años. 'Fuerte niebla en el Canal. El Continente, aislado', publicó entonces. Medio siglo después, la niebla está creciendo tras el inesperado resultado del referéndum de junio del año pasado. Y por delante aguardan dos años para saber quién se aísla más, si Reino Unido o el Continente.

"YA OS ECHAMOS DE MENOS"

Después de recibir la carta, el mismo Tusk ha comunicado en un apunte en Twitter: "Nueve meses después, Reino Unido ha cumplido". Y en otro 'tuit' posterior ha inmortalizado el momento de la entrega de la misiva. El presidente del Consejo Europeo ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha asegurado que encararán las negociaciones con el objetivo de que las se resuelvan de la mejor forma posible para los intereses del bloque europeo y de Reino Unido. "Ya os echamos de menos", ha concluido Tusk.

Mucho se ha especulado sobre qué pasará a partir de esta fecha histórica. Una vez notificada por carta la intención de la salida, y en un plazo de 48 horas, Tusk responderá con unas "directrices" en un documento que supone la base de las negociaciones. Finalmente, el próximo 29 de abril, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se reunirán en una cumbre extraordinaria para determinar las líneas de la negociación.

Medios británicos han informado que las negociaciones oficiales aún tardarán dos meses más en empezar, pero a uno y otro lado del Canal de la Mancha están ultimando los detalles antes de sentarse a la mesa de negociaciones. Por una parte, Theresa May y David Davis, el ministro británico del Brexit. Por otra, el mismo presidente del Consejo Europeo respaldará al cuarto personaje clave que pugnará por alcanzar pactos satisfactorios para repartir los activos y los pasivos entre Bruselas y Reino Unido. Michel Barnier, el jefe negociador de la UE, ya ha dejado claro que quiere perfilar un acuerdo en los primeros meses ya que, según señala 'Financial Times', es de la opinión de que si se tiene que alcanzar una salida consensuada y en buenos términos, debe dejarse muy claro desde el principio.

Según se contempla en el texto del artículo 50, el status de Reino Unido mientras duren las negociaciones es que seguirá siendo miembro de la UE con todos los derechos y obligaciones que ello implica

El Parlamento Europeo ya ha preparado un documento de líneas rojas que no están dispuestos a traspasar durante las negociaciones, que debe votarse en el plazo de una semana desde la activación del Brexit. Según se contempla en el texto del artículo 50, el status de Reino Unido mientras duren las negociaciones -hasta que el acuerdo de retirada entre en vigor o expire el plazo de dos años- es que seguirá siendo miembro de la UE con todos los derechos y obligaciones que ello implica. La única salvedad es que, según recoge el texto, "el miembro del Consejo Europeo y del Consejo que represente al Estado miembro que se retire no participará ni en las deliberaciones ni en las decisiones del Consejo Europeo o del Consejo que le afecten".

Sin embargo, Bruselas ha hecho patente su preocupación por varios informes del Ejecutivo de May que indican que el Gobierno conservador pretende recuperar el control de sus fronteras desde el minuto cero y aplicar restricciones a la libre circulación de personas. Este es precisamente uno de los puntos calientes que se abordarán en las negociaciones y en los que Barnier se mostrará más inflexible ya que es crucial garantizar que los ciudadanos de la UE gozarán de los mismos derechos que los británicos durante las negociaciones.

¿QUÉ SE NEGOCIA?

Conforme al artículo 50, las negociaciones tendrán como único objetivo llegar a un acuerdo "que establecerá la forma de retirada" de Reino Unido, "teniendo en cuenta el marco de sus relaciones futuras" con la organización regional. Esta coletilla ha añadido incertidumbre al proceso de 'Brexit' porque, aunque la UE quiere centrar las negociaciones en el acuerdo de retirada, el Gobierno de May quiere aprovechar los contactos para definir ya un acuerdo comercial bilateral, recoge 'Europa Press'.

Lo que más preocupa al Gobierno de Theresa May es la relación comercial que, a falta de acuerdo de retirada, quedaría a merced de las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), tanto en lo sustantivo como en la resolución pacífica de controversias.

El portavoz de Downing Street, Greg Swift, ha calificado de "improbable" un escenario en el que no sea posible cerrar un acuerdo mutuamente satisfactorio, sin embargo, el ministro para el 'Brexit', David Davis, ha considerado que Reino Unido debe estar preparado para ello.

Mucho hay en juego para el Reino Unido: el acceso al mercado único, controles transfronterizos, imposición de aranceles a las exportaciones, pero será la factura que la UE quiere presentar a May lo que podría hacer descarrilar las negociaciones. Según lo avanzado el pasado mes de febrero por el canciller austríaco Christian Kern, los ‘Veintisiete’ prevén exigir a Reino Unido 60.000 millones de euros por el Brexit, el equivalente al 2,3% del PIB del país.

Un precio que Londres no parece dispuesto a pagar ya que el país seguirá haciendo sus aportaciones a la UE mientras duren las conversaciones. Así, según recoge 'El Independiente', el agregado económico y financiero de la Embajada Británica en España, William Murray, aseguraba la semana pasada, en unas jornadas sobre las consecuencias del Brexit organizadas por el CES Cardenal Cisneros, que el importe total de lo aportado desde el 29 de marzo hasta que se ejecute el divorcio (un período que podría acabar por prolongarse durante años) deberá ser descontarse de la cantidad final. En cualquier caso reconoció que el Ejecutivo de May aún no ha hecho sus cálculos sobre qué les parece justo pagar a Bruselas.

EL FAMOSO ‘ARTÍCULO 50’

El artículo 50 del Tratado de la Unión Europea (TUE) es el único mecanismo recogido en los textos constitutivos para que uno de los estados miembro de la UE inicie de forma unilateral el proceso de ruptura con el bloque regional. Se incorporó por primera vez en el Tratado de Lisboa, que entró en vigor en 2009.

Da dos años para efectuar las negociaciones, pero en el escenario de que las partes incumplieran el plazo sin pactar una prórroga, los tratados y todas las normas comunitarias dejarían de aplicarse 'ipso facto' a Reino Unido y las posibles controversias entre Londres y Bruselas tendrían que ventilarse en tribunales.

LA LIBRA SEGUIRA ASUMIENDO EL GOLPE

Todo esto es a largo plazo y los expertos en la materia aseguran que, a pesar de que la UE presione para alcanzar un acuerdo rápido, Theresa May quiere jugar bien sus cartas y buscará dilatar los tiempos. Pero sí habrá consecuencias inmediatas del arranque de esta “separación de bienes” que se dejarán notar, como ha pasado durante los meses precedentes, en la libra.

De momento, la divisa británica ha tocado mínimos de casi una semana y ha recalado en los 1,2377 dólares, desde donde ha recuperado el nivel de los 1,2400 dólares. Sin embargo, analistas como la fundadora de BK Asset Management, Kathy Lien, señalan que, a pesar de que hay cierta ansiedad en los mercados, la reciente acción del precio en la libra indica que los operadores tienen claro que "activar el artículo 50 es una mera formalidad, ya que nada cambia realmente a partir de hoy". La volatilidad en el mercado de las divisas no se ha disparado gracias a que Theresa May anunció de antemano la fecha de este momento clave en la historia de la UE, sin embargo Lien no cree que dada la importancia del evento este pase desapercibido para la libra.

El nerviosismo de los operadores provoca caídas en la libra

Por ahora, ha sido el nerviosismo de los operadores que empiezan a cubrir sus posiciones lo que provocado el declive de más de un 2% desde los máximos del martes, casi en los 1,26 dólares. Lukman Otunuga, analista de FXTM, alerta que el Brexit volverá a revivir los peores momentos para la libra, con la moneda sucumbiendo a las pérdidas después de que se activen las negociaciones. "Esperamos una turbulenta montaña rusa para la divisa de Reino Unido que la llevará, en su cruce contra el dólar hasta su primer nivel de control, en los 1,23 dólares".

REFERÉNDUM EN ESCOCIA

Además de las negociaciones y el impacto de estas en la economía británica, May tiene otro frente abierto: la petición de Escocia. El Parlamento escocés ha dado luz verde este martes a un nuevo referéndum de independencia para separarse del Reino Unido. Lo ha hecho ante la inminente invocación por parte de la primera ministra británica, Theresa May, del artículo 50 del Tratado de Lisboa para iniciar la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE). El inicio del 'Brexit' este miércoles 29 de marzo ha precipitado los acontecimientos en Escocia.

Todo ello pese a la oposición de May, que esta misma mañana ha defendido las oportunidades que representa la salida de Reino Unido de la Unión Europea, en particular para un "país más unido" y para un país "más global", aprovechando su visita a Escocia.

"La invocación del artículo 50 del Tratado de Lisboa va a causar un cambio fundamental, y ese cambio no puede ser impuesto a los escoceses", ha dicho Sturgeon en su último discurso a favor de la polémica ley. "Los escoceses tendrán ahora el derecho a decidir", ha afirmado también. Asimismo, la ministra principal de Escocia ha coincidido con May en que "ahora no es el momento" para un nuevo referéndum de independencia, pero ha avisado de que "el momento llegará en 18 meses, cuando el acuerdo del Brexit esté claro". "Por eso tenemos que estar preparados para celebrar la consulta entre el otoño del 2018 y la primavera del 2019", ha concluido.

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