La lira turca arranca una nueva semana ampliando sus recientes mínimos históricos, cuando falta poco más de un mes para la celebración de elecciones generales en Turquía. Después de que la semana pasada la moneda se precipitara hacia su peor cambio jamás visto, ha continuado perdiendo posiciones hasta el cambio de 4,55 liras por dólar.
Los inversores siguen deshaciéndose de sus posiciones en la moneda ante las preocupaciones de que el Banco Central de Turquía tenga margen de maniobra para imponer una política que sujete la inflación de doble dígito. El declive de la moneda arrancó la semana pasada cuando el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que redoblará su influencia sobre la política monetaria del país si es reelegido en junio.
Las últimas caídas de la lira elevan la depreciación de la moneda al 16% en lo que va de año y además de la presión que sufren todos los países emergentes, dejan notar la ya consabida guerra entre Erdogan y el Banco Central de Turquía. Recientemente, también calificó las tasas de interés de "madre de todos los males” y pidió que dismimuyan, a pesar de la presión sobre el banco central turco a que acomenta una subida de emergencia precisamente para controlar la devaluación de la moneda del país.
