• Dos senadores republicanos tumban la reforma del 'Obamacare'
  • Mario Draghi tiene la batuta que marcará el compás de la prolongación del ascenso del euro
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El dólar ha vuelto a pagar cara la prima de riesgo político que se ceba en el ‘billete verde’ con cada movimiento de la administración del presidente Donald Trump. La divisa estadounidense se ha depreciado hasta un nuevo mínimo de 14 meses, por encima de los 1,1580 dólares por cada euro, precios no vistos desde el 3 de mayo de 2016. En esta ocasión, el enésimo fracaso del republicano para sacar adelante su reforma del ‘Obamacare’ se ha dejado notar en la moneda de EEUU, que ya se encontraba debilitada por una combinación de malos resultados en los últimos datos macroeconómicos y la escasa prisa de la Reserva Federal de EEUU (Fed) para acometer una tercera subida de tipos de interés este año.

El revés a la ley con la que el republicano pretende reformar la sanidad se ha recibido en el Senado, donde cuatro representantes republicanos han dado la espalda al texto con el que el Gobierno de Donald Trump pretendía desmantelar y reemplazar la reforma sanitaria del anterior presidente, Barack Obama. En esta ocasión, Mike Lee y Jerry Moran se han unido a Susan Collins y Rand Paul, que ya habían desafiado a Trump, pero, como indica 'EFE', otra docena de miembros del partido conservador estadounidense había mostrado sus dudas sobre esta medida.

El impacto en la moneda estadounidense no se ha hecho esperar y, además de ceder terreno contra el euro, ha caído a su peor nivel en 10 meses contra la cesta de seis divisas rivales que mide el índice del dólar, hasta los 94,75 puntos. El declive del dólar se refleja contra otra monedas. La libra se ha impulsado por encima de los 1,3100 dólares y acumula una subida de un 1,6% en tan sólo tres días, antes de darse la vuelta hacia los 1,30 dólares y el yen se ha llegado a apreciar hasta las 112,800 unidades, máximos de más de dos semanas, al igual que el franco suizo, que ha llegado a marcar su mejor precio desde el 3 de julio, en los 0,9528 francos.

Aunque el golpe de gracia lo ha recibido la moneda estadounidense por parte de la evolución de la política, que hace temer a los inversores que peligre todo el programa de reformas fiscales de Trump. Este comportamiento evidencia, para Hussein Sayed, analista de FXTM, que “al mercado se le agota la confianza en que Trump sea capaz de llevar a cabo sus promesas”. “Después de seis meses en el despacho Oval y ninguna legislación de peso se ha convertido en ley y con las incertidumbres que pesan sobre el programa fiscal, es cuestión de tiempo antes de que el clima pesimista se traslade en las ganancias de las empresas y Wall Street se dé la vuelta”, argumenta Sayed.

Pero de momento es el dólar quien acumula varias jornadas en terreno negativo. Concretamente, tras la decepción que desencadenaron las palabras de la presidente del banco central, Janet Yellen, durante su comparecencia ante el Congreso la semana pasada, donde volvió a centrarse en la baja inflación para justificar que el incremento de las tasas siga haciéndose de “forma gradual”. Así las cosas, según el consenso de mercado, la posibilidad de que la Fed efectúe otra subida de tipos en 2017 ha caído al 50%.

A la falta de lustre del dólar contribuyó también el último informe del índice de precios al consumo de EEUU, publicado el viernes, que confirmó las preocupaciones sobre la inflación que expresó Yellen, al desplomarse en términos anules a su mínimo de ocho meses, además, las ventas minoristas de junio se contrajeron por segundo mes consecutivo. “La soprendentemente débil evolución de la economía y la falta de empuje de Yellen ante el congreso, han dañado al dólar contra todos sus rivales”, señala Kathy Lien, analista de BK Asset Management.

Mario Draghi tiene la batuta que marcará el compás de la prolongación del ascenso del euro

De hecho, la moneda estadounidense acumula un declive de un 1,5% desde el pasado 10 de julio, una depreciación que se amplia a más del 3% desde los precios de finales de junio, por debajo de los 1,1200 dólares por cada euro. La fortaleza de la moneda compartida es indiscutible y, de hecho, los operadores han decidido hacer caso omiso del declive del indicador de sentimiento económico Zew de Alemania, que ha perdido 1,1 puntos en el mes de julio.

Desde el punto de vista técnico, por encima de los 1,1500 dólares el euro/dólar ya no presenta resistencia alguna hasta los máximos de 2016 en los 1,16163. “La superación de estos máximos sería un auténtico salto hacia delante en la 'moneda única' y antesala de otro nuevo impulso alcista hasta los máximos de 2015 en los 1,17140 y por encima el hueco bajista de los 1,2 (enero de 2015)”, asegura José María Rodríguez, analista técnico de Bolsamanía.

EL EURO SIGUE ESPERANDO A DRAGHI

De este lado del Atlántico, es el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, quien tiene la batuta para seguir marcando el compás del ascenso del euro. El siguiente hito para el mercado de las divisas es la reunión de política monetaria del supervisor europeo. Los inversores están preocupados porque Draghi no respalde sus agresivos comentarios sobre la política monetaria del BCE del mes pasado y todas las miradas se centrarán en el banquero central por si le resta importancia a las declaraciones de Sintra (Portugal).

El mismo supervisor regulador monetario salió al paso de sus comentarios y trató de matizar las palabras del italiano, apuntando que habían sido malinterpretadas. Por si esto fuera poco, vuelan los rumores acerca de que Draghi apuntará el fin de los estímulos en el simposio de Jackson Hole de finales de agosto.

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