- Se ha convertido en todo un fenómeno de las redes
- Los científicos hablan sobre los problemas para percibir los mismos colores
El popular vestido que inundó Twitter y provocó miles de discusiones entre quienes lo veían blanco y dorado y aquellos que lo percibían azul y negro ya tiene una solución científica. Unos científicos españoles han procedido a su estudio en un laboratorio y sus resultados han sido recogidos por El País.
"Es azul y negro según un aparato que realiza una medición objetiva del color"
¿Blanco y dorado o azul y negro? Desde hace algunos meses la imagen del vestido se convirtió en una de las grandes atracciones en las redes sociales, protagonista de intensos debates por el verdadero color de la prenda. Ahora, la ciencia ha encontrado una respuesta final que podrá eliminar algunas dudas.
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Unos científicos españoles analizaron en laboratorio tanto la percepción del color en la imagen como el propio vestido en sí, lo que ha servido además a estos investigadores para divulgar sus conocimientos sobre los entresijos de la vista humana, tal y como cuenta El País.
Las pruebas realizadas dejaron el veredicto final de que el vestido es en realidad de color azul y negro, aunque existen muchos matices en los que los científicos se han centrado para explicar la complejidad en la percepción de los colores. "Es azul y negro según un aparato que realiza una medición objetiva del color, un espectrofotómetro que puede predecir la percepción humana del color con una iluminación neutra, lo que llamamos luz día", explica Manuel Melgosa, catedrático de Óptica en la Universidad de Granada participante en el estudio.
"Las cosas no son de un color, sino que las percibimos de un color en función de tres factores: la iluminación, las propiedades del objeto y el sistema visual humano", añade el investigador, que asegura que este vestido no es prenda común. "Parece ser el primer ejemplo de colores altamente ambiguos para las personas. Se trata de un asunto que puede ser muy novedoso en el ámbito de la óptica y el color".
Por último, los investigadores propusieron una serie de factores que explican los problemas para coincidir en los colores percibidos, comenzando con el uso de palabras como "azul", que no transmiten con exactitud la gama cromática, o con el tipo de dispositivo en que se reproduzca la imagen, ya que pueden variar aspectos como la pantalla o el ángulo de visión.
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