Una vez que se ha decidido firmemente intentar dedicarse al trading, mi consejo es que no le cuente absolutamente nada a nadie de su entorno y que elija a una sola persona para contárselo absolutamente todo. En todos estos años no he conocido a nadie que haya capitalizado, en forma alguna, la estúpida idea de anunciar a su círculo el comienzo de tal empeño, cuando, en el más precoz de los casos, se está a 5 o 6 años de obtener la más mínima alegría o atisbo de éxito.
No es nada nuevo, la vida está llena de situaciones que han sido muy bien descritas por el refranero popular (el mejor libro de trading que existe): "no vendas la piel del oso antes de cazarla" o "la mejor manera de decir es hacer". No tener la prudencia y la paciencia de esperar hasta haberlo conseguido no le va a traer nada más que presiones extra y problemas. Va a toparse con la ignorancia, con la envidia, con el paternalismo y con el cuñadismo más radical, así, sin anestesia y sin ganar nada a cambio.
Los primeros con los que se va a encontrar son los incrédulos, los santos tomases, los negadores tóxicos. Los que te dicen que el trading es como eso de los sellos, que es mentira, que no gana nadie, etc. Miren, el éxito en este juego está tan tremendamente ligado a la confianza que si se permiten dudar ni siquiera una milésima les aconsejo de corazón que lo abandonen, que huyan bien lejos. Si creen que no se puede ya les adelanto que no van a poder.
Otra tribu, muy dañina también, son los del puesto fijo, la oposición, la paguita, los que entienden como un buen trabajo que te subsidie el Estado vitaliciamente. Les reconocerán porque suelen referirse a alguno de sus hijos como "está muy bien colocao en la Renault" y frases similares. Cómo va a entender esta gente la posibilidad de ganarse el pan especulando y encima por internet. Esquívelos. Incluso de lejos.
Ojo, también, a los consejeros. Es oír la palabra bolsa y se encienden: "Ahora el dinero está en las 'criptos'", repiten airadamente; "Hay que buscar empresas que están baratas"; " Ponte largo en Abengoa, que yo tengo información privilegiada, que mi cuñao trabaja en Liberbank", son otras frases típicas. "Lo mejor es el gráfico de 60 minutos"; "el Value, Market Profile tío, ahí está el dinero"... ¡Basta!
La semana que viene, les contaré, si me lo siguen permitiendo, por qué deben elegir a alguien y contárselo absolutamente todo. Mientras tanto, van a dedicarse a una de las actividades que más presión les va a hacer soportar del mundo: háganse un favor y no se añadan ni un gramo extra, sin necesidad.
