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Interior del Palacio de la Bolsa.Marta Fernández Jara - Europa Press - Archivo

Puede que hoy resulte difícil de creer, pero la economía y el mercado bursátil de China eran la envidia del mundo no hace mucho tiempo. Las grandes empresas estadounidenses y europeas se desvivían por desarrollar sus negocios en el país, y el crecimiento explosivo de China en la década de 2000 provocó un superciclo de materias primas que algunos inversores pensaban que duraría décadas. Eso fue hace unos años, es cierto, pero tan recientemente como en 2020 los inversores aplaudían la estrategia de "cero covid" del gobierno chino y enviaban las acciones chinas a máximos históricos.

Sin embargo, sería un eufemismo gargantuesco decir que la segunda economía más grande del mundo ha caído en tiempos difíciles últimamente. La reapertura parece haber dañado de forma duradera la confianza de los consumidores chinos, y las tensiones con Estados Unidos han hecho que las empresas que antes estaban enamoradas del país empiecen a rehuirlo.

Pero todo eso ya se sabe, ¿a qué viene todo esto? Pues bien, basta con echar un vistazo al gráfico y dejar que la siguiente afirmación cale hondo: desde 1992 (año en que nació el índice MSCI China) una cartera de 10.000 dólares invertida en el índice valdría ahora casi exactamente 10.000 dólares. Es decir, ningún crecimiento, nada, en 32 años. Comparándolas con los beneficios de casi el 2.000% del S&P 500.

Consideremos también que la economía china ha pasado de unos 430.000 millones de dólares a unos 18 billones, es decir, un crecimiento del 4.000%, durante el mismo periodo. ¿Cómo es posible? ¿Cómo puede una economía ir tan bien y, sin embargo, sus empresas no obtener ningún tipo de rentabilidad?

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La primera razón es la valoración. La exposición al país (y a todo ese crecimiento económico) solía recompensarse con una valoración superior, pero ahora se le aplica un fuerte descuento debido a todos esos riesgos mayores. Por ejemplo, Alibaba, el gigante de Internet. En 2014, las acciones cotizaban con una relación precio/beneficios (PER) de más de 44 veces. Ahora es de solo 7,2x, una reducción drástica de la valoración que los inversores están dispuestos a pagar por las acciones. Ahora bien, debo señalar que esto es sólo en los últimos diez años. Obtener datos de empresas chinas desde 1992 es prácticamente imposible. Aún así, las acciones de Alibaba ilustran el punto con bastante claridad.

El segundo es el mantra que probablemente hayáis escuchado muchas veces: las acciones no son la economía. Basta con mirar a Estados Unidos, que es más o menos el reflejo de China. La bolsa ha subido casi un 2.000%, mientras que la economía sólo ha crecido un 300%. Y esta divergencia se debe a varios factores clave. Uno de ellos es de nuevo el argumento de la valoración (aunque, curiosamente, en 1992 el PER del S&P 500 era de unas 20 veces, lo que no dista mucho del nivel actual). Otra razón es que los beneficios de las empresas pueden crecer mucho más rápido o mucho más despacio que la economía en general, acaparando o cediendo parte del pastel global. Y, por último, está el hecho de que las empresas también pueden aprovechar los mercados extranjeros para crecer (algo que las empresas chinas no pueden hacer realmente).

Para China (y para Estados Unidos, en realidad) ha sido un caso de todo lo anterior. Y esto nos lleva a algunas conclusiones importantes:

En primer lugar, una vez más, el mercado no es la economía: así que no pongáis el crecimiento económico nacional en la parte superior de vuestra lista de verificación cuando se trate de elegir acciones. Es importante, claro, pero no tanto.

En segundo lugar, China ha sido escandalosa. No es exactamente una noticia nueva, pero los inversores se están dando cuenta ahora de lo mal que van las cosas a largo plazo.

En tercer lugar, para cualquiera que tenga predilección por las compras con descuento, es importante seguir el consejo de Warren Buffett y ser codicioso cuando todos los demás son temerosos. China no será un desastre para siempre, así que seguro que hay gangas.

Sin embargo, hay que mantener la calma, porque es poco probable que el mercado de valores chino se recupere en forma de V. Será un periodo de baches. Será un viaje lleno de baches.

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