ep fachada de la sede del tribunal supremo
Fachada de la sede del Tribunal Supremo.EUROPA PRESS - Archivo

Bancos y financieras se han llevado esta semana otro susto por parte del Tribunal Supremo, que ha fallado contra las tarjetas revolving. El alto tribunal considera que son usura cuando tienen un interés “desproporcionado” y ha mandado un mensaje a todo el sector financiero que no se circunscribe únicamente a las revolving: la ley no ampara la concesión de crédito “irresponsable”.

El Supremo considera que dar préstamos a clientes con un interés desproporcionado (del 27% en el caso del crédito enjuiciado) amparándose en que tienen un alto nivel de morosidad no es una justificación válida, pues las entidades deben conceder créditos con responsabilidad.

En su sentencia, dada a conocer el miércoles, el alto tribunal opina que fijar un interés “notablemente superior al normal del dinero” por el riesgo de mora derivado de operaciones de crédito al consumo “concedidas de un modo ágil”, mediante “técnicas de comercialización agresivas” y “sin comprobar adecuadamente la capacidad de pago del prestatario” no está justificado.

“La concesión irresponsable de préstamos al consumo a tipos de interés muy superiores a los normales, que facilita el sobreendeudamiento de los consumidores y trae como consecuencia que quienes cumplen regularmente sus obligaciones tengan que cargar con las consecuencias del elevado nivel de impagos, no puede ser objeto de protección por el ordenamiento jurídico”, advierte el Supremo, y, concretamente en relación con las revolving, añade que “la justificación de esa importante diferencia entre el tipo medio aplicado a las tarjetas de crédito y revolving no puede fundarse en esta circunstancia”.

Para el Supremo, un tipo de interés del 20% anual ya es "muy elevado", a pesar de que el tipo medio en la concesión de crédito a través de tarjetas de crédito y revolving es del 19,64%, según el último dato disponible proporcionado por el Banco de España. El alto tribunal opina que un 27%, el tipo de interés del crédito enjuiciado, concedido por WiZink, es “notablemente superior” a esa referencia, por lo que lo considera usura.

Con todo, los bancos son cada día más cautos a la hora de conceder créditos a los clientes, como publicó Bolsamanía. Fuentes financieras explican que, en el caso de que se produzca un repunte de la mora, un interés de entorno al 7% no es suficiente para cubrir el riesgo teniendo en cuenta el estrechamiento de márgenes que han traído los tipos bajos, por lo que las entidades tienen dos opciones: subir los intereses o cerrar el grifo. Están optando por lo segundo.

UNA EXPOSICIÓN DE 3.100 MILLONES EN REVOLVING

Pese al castigo en bolsa del miércoles, que se ha llevado especialmente CaixaBank, las entidades no publican por separado cuál es su exposición a este tipo de créditos, si bien fuentes financieras señalan que es muy bajo en comparación con el resto de la cartera.

Así lo confirma un reciente informe de Barclays, que situaba la exposición conjunta en unos 3.100 millones en los bancos del Ibex 35, con CaixaBank (1.000 millones) a la cabeza en importe absoluto, seguida por Santander (625 millones), BBVA (500 millones), Bankinter (480 millones), Sabadell (300 millones) y Bankia (200 millones).

Se trata de cifras muy bajas en comparación con la cartera de crédito conjunta de cada entidad. La mayor proporción sobre el total corresponde a Bankinter, con tan solo un 0,79%, y por detrás se sitúan CaixaBank (0,44%), Sabadell (0,21%), Bankia (0,17%), BBVA (0,13%) y Santander (0,07%).

La única referencia oficial y, además, aproximada, que se puede tomar es el agregado de todo el sector que ofrece el Banco de España, pero no diferencia entre tarjetas de crédito y revolving. Al cierre de enero de este año, último dato disponible, bancos y financieras mantenían un saldo vivo de unos 13.207 millones de euros en tarjetas de crédito y revolving.

La mayor exposición a este tipo de créditos está en compañías como WiZink, cuyo negocio se basa en las tarjetas de crédito. En su propia web, la entidad explica que las compras aplazadas de sus tarjetas Plus y Oro tienen un coste TIN del 24% y TAE del 26,82%. Para una línea de crédito de 1.500 euros, siguiendo el mismo ejemplo que la compañía ofrece en su web a los clientes, se podrían pagar más de 200 euros de intereses en un solo año. Un importe que el Supremo ha dejado ya claro que considera "desproporcionado".

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