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El director Alfonso Cuarón, en el rodaje de Roma. Netflix - Archivo
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Netflix quiere retar a Hollywood. El gigante rojo sueña con pisar las doradas colinas sobre las que se acuestan las ya icónicas letras de la industria del cine. Y para ello tiene que pagar. Seducir a los directores con un color que gusta a todos: el del dinero.

Cobra más si ganas premios. O si tu película es muy vista por los usuarios. Así son los bonus que plantea la plataforma de Reed Hastings. Así quiere evitar la fuga de cerebros, según informa 'Bloomberg' citando a fuentes cercanas al asunto.

Hollywood funciona distinto. A otro ritmo. La industria paga tradicionalmente a los directores un bonus. Este incentivo es un porcentaje de los ingresos en taquilla de la película. Pero Netflix no (suele) estrenar sus filmes en la gran pantalla. Necesita otra excusa para poder pagar más a los cineastas.

El bonus de Netflix variará según la naturaleza de la película. A las más ambiciosas les exigirá galardones. Al resto, que sean muy vistas por el gran público. Unas deben seducir a la afilada crítica. La otra, a un paladar menos sofisticado.

Netflix nunca ha ofrecido un bonus por objetivos. El gigante rojo cubre el coste íntegro de sus producciones. Y paga primas a sus productores. Así les garantiza ganar dinero antes incluso de que tenga lugar el estreno. Para estos trabajadores es un trato muy apetitoso. Para Netflix, no tanto.

LA FÓRMULA FUNCIONA... EN TELEVISIÓN

La fórmula le funciona. Al menos, en televisión. Netflix es una potencia en esa industria. Y nunca ha pagado bonus por objetivos al uso. Solo en casos extraordinarios. Aquellos en los que la serie es renovada para varias temporadas. Entonces paga un extra a sus productores. Y renegocia al alza el salario de sus estrellas.

El cine es otra historia. Netflix lleva años queriendo meter la cabeza. Pero Hollywood le cierra la puerta. Una y otra vez. Es el caso de prestigiosos festivales. Como el de Cannes. Allí se le negó la proyección de sus películas nominadas. Una parte de la industria sigue anclada al pasado. Si no se estrena en una gran pantalla, no es una cinta digna de premio. Esa es la lógica de personalidades del sector. Como Steven Spielberg. ¿Logrará el gigante rojo convencerles?

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