ROMA, 22 (EUROPA PRESS)

El secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin ha valorado el acuerdo con China para la designación de la jerarquía episcopal en el país comunista como "un acontecimiento de especial importancia" que por vez primera alinea en comunión con el Papa a todos los obispos en China

"Por primera vez, hoy, todos los Obispos en China están en comunión con el Papa", ha asegurado el principal colaborador de Francisco.

En una declaración oficial difundida en el portal Vaticannews, el cardenal Parolin ha señalado que se trata de un "acontecimiento de especial importancia para la vida de la Iglesia católica en China, para el diálogo entre la Santa Sede y las Autoridades civiles de aquel País, y también para la consolidación de la paz, del entendimiento entre los pueblos, en estos momentos de grandes, fuertes tensiones internacionales".

Para el número dos del Vaticano se trata de un acuerdo que tiene un "objetivo pastoral".

Así ha asegurado que el convenio firmado este sábado en Pekín entre el subsecretario para las Relaciones de la Santa Sede con los Estados, Monseñor Antoine Camilleri, y el viceministro de asuntos exteriores de la República Popular China, Wang Chao, "ayudará a las iglesias locales para que gocen de condiciones de mayor libertad, de mayor autonomía, de una posibilidad de una mejor organización, y así se dediquen al anuncio del Evangelio y a contribuir al desarrollo integral de la sociedad y de la persona".

El secretario de Estado ha zanjado de esta manera las polémicas generadas en los últimos años por la ordenaciones ilícitas por parte de la Asociación Patriótica, el organismo mediante el cual el Gobierno busca controlar a la Iglesia, junto a la falta de reconocimiento oficial de los obispos nombrados por el Papa.

Según ha señalado Parolin la comunidad católica en China podrá a partir de este acuerdo "anunciar y testimoniar el Evangelio, que es el papel, la tarea principal de la Iglesia, y al mismo tiempo contribuir a la construcción de una sociedad justa y armoniosa, manifestar el genuino amor a la patria y también ayudar para que se pueda construir un porvenir de paz y de concordia entre todos los pueblos".

El Vaticano no ha especificado la modalidad en que se designarán los obispos cuando entre en vigor el acuerdo. Sin embargo, según informó la revista de información católica American, citando fuentes del Vaticano el convenio establecería que tanto China como la Santa Sede pudieran tener voz en el asunto, si bien se habría reconocido que el Papa debe tener la última palabra.

Esas mismas fuentes habrían afirmado que en cualquier caso se trataría de "un acuerdo provisional" que se revisará en varios años. Además, habrían manifestado que la Santa Sede reconocería que "no es un buen acuerdo" aunque sería el único posible en el contexto actual que pondría rumbo a una mejora del diálogo con la superpotencia asiática.

Hasta ahora los obispos legítimos que permanecían fieles al Papa vivían una situación cercana a la clandestinidad, permanentemente asediados por las autoridades comunistas. En la situación actual todo obispo reconocido por el gobierno chino debe ser miembro de la asociación patriótica, y muchos obispos nombrados por el Vaticano que no son reconocidos o aprobados por el gobierno chino han sido perseguidos.

La rúbrica de esta resolución abre también el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y el Gobierno de Xi Jinping, rotas desde 1951, dos años después de la instauración del régimen de Mao Zedong.

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