Reino Unido ha llevado a cabo un trabajo de señalización de los lugares en los que se superponen zonas susceptibles de ser perforadas mediante 'fracking' y aguas subterráneas aptas para el consumo humano, además de analizar la distancia existente entre estos puntos para evaluar los riesgos que conllevaría la explotación de esta técnica cerca de reservas de agua potables, según ha informado este viernes el diario nacional 'El Mundo'.

Los autores del trabajo han señalado que los acuíferos analizados que se encuentran a 800 metros de los estratos de gas pizarra cuentan con menos riesgo de quedar contaminados en el caso de que se produzca una fractura horizontal, ya que este riesgo se limitaría a los puntos de contacto entre el manantial y la prospección.

La extracción de gas pizarra a partir de la inyección de agua a presión mezclada con arena y productos químicos, técnica conocida como 'fracking', ha generado una gran polémica al enfrentarse los defensores de esta técnica, que supone un importante ahorro económico para los Estados, contra los detractores, que denuncian los riesgos contaminantes que acarrea este tipo de extracción.

El portavoz de Shale España ha señalado en declaraciones recogidas por el periódico El Mundo que que una cementación y construcción correcta de los pozos es "esencial" para "asegurar la estanqueidad del pozo y con ello la protección del entorno". Además, ha indicado que este tipo de extracciones se realiza con un triple blindaje de acero y cemento que "mantiene el interior del pozo totalmente aislado".

Otro estudio realizado por la Universidad de Duke, en Estados Unidos, refleja que los acuíferos situados en un radio de un kilómetro de prospecciones de 'fracking' registran niveles de gas metano seis veces superiores a los normales y 23 veces más elevados de gas etano.

El estudio se ha realizado en acuíferos cercanos a prospecciones del estado estadounidense de Pensilvania. Una de las principales cuestiones que levantan ampollas con respecto a esta forma de obtener gas es el riesgo de contaminación al que se someten reservas de agua aptas para el consumo humano.

En España este enfrentamiento se ha llegado a vivir entre la Administración central y varias comunidades autónomas, entre las que se encuentran también algunas gobernadas por el Partido Popular. En este contexto, el Tribunal Constitucional dictaminó que que los Gobierno autonómicos no pueden prohibir este tipo de prospecciones en su territorio.

Asimismo, un informe elaborado por la Universidad de Durham asegura que es "extremadamente improbable" que una fractura hidráulica conecte los acuíferos, normalmente a 300 metros por debajo de la superficie, con los yacimientos de gas, que se encuentran a profundidades de dos o tres kilómetros.

G.D.

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