Entrevista en exclusiva con Euroconsult, que se prepara para salir al MAB: 'Lo de Gowex puede ser bueno'

Pregunta: ¿No tuvisteis la tentación de abandonar vuestros planes tras el fraude de Gowex?

R: Hubo cierto momento de tensión, por la incertidumbre inicial, pero luego nos dimos cuenta de que podía ser hasta bueno lo que sucedió con Gowex. En primer lugar, va a aumentar la regulación, y a nosotros nos viene bien porque somos una compañía ordenada. En segundo término, se estaba metiendo a invertir cualquiera en el MAB y ahora serán inversores cualificados los que entren, y que sabrán valorar que el MAB no debería ser un mercado especulativo. Y tercero, tenemos una ventaja de cara a esos inversores cualificados y frente a competidores en el MAB: somos una compañía real. Tenemos 45 años de historia y nuestros contratos son fácilmente demostrables.

P: También Gowex firmaba contratos con entes que no eran etéreos.

R: Ellos no firmaron nunca ningún contrato. Nosotros los tenemos.

P: ¿Se os ha solicitado más información de la que pensabais en un primer momento, en la era posGowex?

R: Desde el primer momento dimos mucha información, así que no nos han pedido información extra.

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P: Los inversores con los que ya habíais apalabrado su entrada, ¿no se inquietaron?

R: No. Pensábamos que los inversores que suscribieron la ampliación de capital iban a llamar, pero no hubo ninguna inquietud. Se ve que los inversores conocían mejor este mercado que nosotros mismos.

P: ¿Tenéis idea de por dónde van los cambios?

R: Ni idea. Por ahora no nos han transmitido ningún cambio de regulación en el MAB.

P: ¿Nos os dan vértigo las fructuaciones?

R: Somos conscientes de que es un mercado volátil. No nos preocupa, porque el tiempo pone a cada uno en su sitio.

P: Buscáis financiación, ¿no habéis tenido acceso al crédito bancario?

R: Tenemos una serie de obligaciones contraídas con la banca, pero la banca no está dispuesta a financiar más. Hicimos el año pasado una reestructuración de la deuda a corto y largo, en un proceso que se desarrolló con cierta normalidad. Les pedimos más endeudamiento para nuestros planes de crecimiento y nos dijeron que no. El acceso está muy restringido en el modelo tradicional. La salida al MAB es una vía que e explora en muchas otras economías, en otros países, y aquí está poco utilizado.

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P: Estáis muy vinculados al sector de la construcción, ¿la búsqueda de financiación para emprender nuevos proyectos significa que este mercado ha tocado suelo?

R: En España, no sé si hemos tocado suelo o caeremos más, pero no tendremos fiestas como las pasadas. Pero en Latinoamérica o tanto en la Europa tradicional, como Inglaterra donde hay inversiones, o en la nueva Europa, como Polonia o Rumanía, hay desarrollo de infraestructuras. El MAB no es una huida hacia delante porque no haya mercado en España. Es cierto que el mercado constructor en España ha desaparecido en un 90%, pero nosotros no hemos caído un 90%. Nosotros nos hemos mantenido en niveles aceptables, pero el crecimiento por supuesto esperamos que venga desde fuera, pero el crecimiento a pulmón orgánico e los último 25 años es muy costoso muy lento y necesitamos más dinamismo para no perder las oportunidades que se están presentando.

P: También estáis vinculados al gasto público, ¿esperáis que haya más inversiones?

R: En España se llama al Ministerio de Fomento ministerio del Gasto en lugar de ministerio de la Inversión. Eso es un problema. De cada euro que invierte la Administración Pública, el 60% retorna a las arcas del país por impuestos, Seguridad Social, actividad en general... En España no está todo hecho, pero se vé que ahora no es una prioridad.

P: ¿Qué falta por hacer?

R: Invertir en mantenimiento y conservación de infraestructuras. Porque llevamos unos años en los que los porcentajes de inversión no han sido los que debieran. Responde a una situación de emergencia pero que no puede mantenerse por más tiempo. Ya se vé que hay interés por invertir. Y además, sigue habiendo muchos accidentes de la red secundaria de carreteras. Falta ampliar vías de comunicación por carretera, por ejemplo, el acceso a grandes ciudades. No son grande cosas de impacto, pero sí pequeñas actuaciones que dan actividad al sector. Si se cae la actividad, no mantienes equipos y pierdes el conocimiento. Entonces, ¿qué vas a exportar? Hay que ponerse al nivel de lo que se espera de un país como España. Quedan cosas por hacer, no hablamos de aeropuertos, pero sí de temas de aguas, por ejemplo, porque hay municipios que no cumplen con la normativa de depuración europea. España no está acabada y la Administración debe implicarse y licitar este tipo de contratos.

P. Como conocedores de la obra pública, ¿coincidís en la idea de que en España se ha despilfarrado en infraestructuras?

R: Digamos que en lugar de despilfarro, ha prevalecido el criterio político al técnico. Seguramente una estación de AVE en Guadalajara hace falta pero, ¿hace falta la que se ha hecho donde esté y de ese tipo? Habría que verlo. Yo no puedo considerar que en infraestructuras haya habido despilfarro. Hoy quizá esté sobredimensionado, pero el espíritu de esa infraestructura tiene un por qué.

P: ¿Habéis detectado que los intereses políticos se han impuesto en exceso?

R: El político como servidor público mantiene una posición lícita: quiero que mis vecinos tengan AVE, pero hay que decirle que el estudio demuestra que no es rentable. Eso no justifica desviar el AVE. Existiendo además como existen otros medios para llegar a dicho municipio. Si se impusiera el criterio técnico nos ahorraríamos... cosas, 'cosas' que se llaman despilfarro. Por ejemplo, las radiales de Madrid, se han quedado cortas de salidas y entrada. El usuario medio no paga el peaje si va a acabar en el atasque de la M40. No es que esté mal hecha, es que es un servicio incompleto.

P: Estáis presentes en Cataluña, ¿os preocupa la situación política?

R: En el marco político, no cabe lo que plantean. Me parece bien que voten, pero no creo que vaya a suceder nada. No lo permite el marco legal de España y Europa actuaría en cinco minutos para evitar más secesiones en otros países.

P: ¿No están preocupados los inversores?

R: No.

P: Hace unos meses, España era un castigo, y ahora es un potencial.

R: Ni antes era un castigo ni ahora es una bendición. Nosotros optamos por una compañía internacional. Si el mercado nos llevara hacia otros lugares, cambiaríamos la sede. No nos vamos a basar en criterios emocionales.

P: ¿Por qué no habéis buscado financiación en otro país?

R: No es fácil conseguir financiación en el mundo, y más para una compañía de vuestro tamaño.