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Jerome Powell y Donald Trump, que se ha convertido en uno de sus mayores críticos

Días complicados para Jerome Powell. El presidente de la Reserva Federal (Fed), considerado el banquero central más poderoso del mundo, está recibiendo a su vez enormes presiones para bajar los tipos de interés en Estados Unidos. ¿Acierta el mercado al descontar dos recortes de los intereses en 2019 o por el contrario se está equivocando en sus predicciones?

Lo cierto es que las señales de alarma son evidentes, en un escenario donde hay no hay signos preocupantes de inflación (más bien al contrario, ya que los indicios deflacionistas, sobre todo en la zona euro, son evidentes). En primer lugar, la segunda inversión de la curva de tipos en EEUU en lo que va de año, entre los bonos a 10 años y 3 meses, se consolida cada día más.

La inversión de la curva de tipos ha anticipado las últimas siete recesiones en EEUU, bien es cierto que con un horizonte temporal de entre 12 y 18 meses. Chris Iggo, director de inversiones en AXA IM, comenta que "hay una creciente expectativa de que la Fed tendrá que suavizar su política monetaria en las próximas semanas y meses", lo que explica el "colapso" en el rendimiento de los bonos.

"Si los mercados de acciones caen más y los diferenciales de crédito se amplían, esto podría suceder más temprano que tarde", afirma Iggo, quien tampoco descarta "una expansión del balance del banco central". Esto, en la práctica, implica que la Fed volverá a comprar bonos mediante otra ronda de 'quantitative easing' (QE).

En su opinión, "está claro que los riesgos de una recesión han aumentado", pero el temor es que "los mercados no han descontado de manera significativa los riesgos a la baja para el crecimiento". Para Iggo, la Fed no es responsable de este panorama, pese a las cuatro subidas de tipos realizadas en 2019. Pero al mercado ya no le vale que Powell hable de "paciencia" con los intereses.

"La política comercial del presidente Trump está afectando negativamente los flujos comerciales mundiales, las cadenas de suministro y la inversión empresarial. Era optimista sobre una continuidad de la expansión económica, pero ahora no estoy seguro del todo. La confianza se está erosionando entre las empresas y los inversores", añade este experto.

Su conclusión es que "todos los ojos están sobre la Fed para que proporcione el primer estímulo monetario renovado. Lo que siga puede que tenga que ser algo más radical. Una cosa es segura, las tasas de interés no van a subir".

LA REUNIÓN DE JUNIO SE CONVIERTE EN UN ENCUENTRO CLAVE

Desde Bank of America Merrill Lynch, comentan que la escalada de la guerra comercial entre China y EEUU ha cambiado su "escenario base" y esperan que "las cosas vayan a peor para la economía global antes de que se pueda llegar a un acuerdo con China o México".

Por ello, ahora esperan que la Fed "recorte los tipos en septiembre" y realice dos bajadas más de lo intereses "hasta principios de 2020". Sin embargo, anticipan "más dolor" para el mercado porque la Fed necesitará "evidencias" de un deterioro económico para justificar una bajada del precio del dinero. En su opinión, "la guerra comercial golpeará a todo el mundo".

Para Bart Hordijk, analista de Monex Europe, el cambio de sesgo de la Fed hacia los recortes de tipos no es tan evidente tras las últimas palabras de Jerome Powell. El presidente del organismo señaló este martes que "estamos siguiendo de cerca las implicaciones de las negociaciones comerciales para la perspectiva económica de EEUU. Y, como siempre, actuaremos según corresponda para sostener la expansión".

Sin embargo, Hordijk considera que no será hasta la reunión de junio cuando la Fed establezca una previsión más fiable sobre un posible recorte de los tipos, ya que el banco central también quiere reservarse "algo de pólvora" en el caso de que las cosas se pongan aún peor. "Veremos si las previsiones del consenso son razonables o si por el contrario son sólo ilusiones por parte de un mercado que no desea que se termine la fiesta del crédito fácil" que disfruta desde que comenzó la Gran Recesión.

Por último, desde Julius Baer también anticipan un mensaje más acomodaticio de la Fed en la reunión de junio "en caso de que las condiciones financieras sigan deteriorándose". No obstante, añaden que "habrá que ver si tal cambio de la política será suficiente para aliviar el estrés y el miedo en los mercados".

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