donald trump

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado este jueves el proteccionismo mostrado por algunos congresistas hacia los inmigrantes provenientes principalmente de Haití, El Salvador y los países africanos, a los que se ha referido como "países de mierda". Sin embargo, tras la polémica, el presidente ha desmentido sus palabras a través de Twitter: "Nunca dije alguna cosa despectiva de los haitianos, más allá de decir que Haití es, obviamente, un país muy pobre y con muchos problemas".


"Nunca he dicho que los echasen. Es un invento de los demócratas. Tengo una magnífica relación con los haitianos. Probablemente deba grabar mis próximas reuniones, desafortunadamente no hay confianza", ha escrito Trump.

LAS POLÉMICAS PALABRAS

"¿Por qué dejamos que todas estas personas de países de mierda vengan aquí?", había aseverado el magnate durante una reunión con varios diputados en el Despacho Oval, donde los congresistas habían sugerido restaurar el estatus de protección para los inmigrantes haitianos y salvadoreños en el marco de un acuerdo bipartidista sobre inmigración.

En este sentido, Trump había sugerido que Estados Unidos debería en su lugar abrir sus puertas a ciudadanos de países como Noruega, según ha informado el diario local 'The Washington Post'.

Fuentes de la Casa Blanca han señalado que durante el encuentro, algunos congresistas como la senadora republicana Lindsey O. Graham y el demócrata Richard J. Durbin, habían destacado la posibilidad de priorizar a aquellos países que ya se encuentren en el sistema electrónico de visados de diversidad, cuyo programa han propuesto recortar al 50 por ciento.

El portavoz de la Administración Raj Shah había defendido la postura de Trump sobre inmigración sin hacer clara referencia a las declaraciones del presidente. "Algunos políticos en Washington deciden luchar a favor de países extranjeros, pero el presidente Trump siempre estará del lado del pueblo estadounidense", había manifestado Shah en un comunicado publicado tras el encuentro.

Senadores republicanos y demócratas han llegado este jueves a un principio de acuerdo para proteger a los inmigrantes que llegaron ilegalmente a Estados Unidos siendo niños, los llamados 'dreamers', de la deportación, así como sobre otras medidas migratorias y de seguridad fronteriza, que aún debe recibir el visto bueno del presidente.

El acuerdo ha tenido lugar en respuesta a la derogación de Trump el pasado mes de septiembre la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), ideada por la anterior Administración de Barack Obama para proteger de la deportación a cerca de 800.000 'dreamers'.

Por otra parte, la Administración anunció esta semana el fin del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para El Salvador, lo que afecta a cerca de 200.000 salvadoreños al considerar que las condiciones en su país de origen han mejorado lo suficiente en estos años para que puedan regresar.

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