Los niveles en los que se encuentra el petróleo actualmente eran impensables hace unas semanas, incluso pese a la crisis del coronavirus. Sin embargo, llegó Rusia, con su negativa a pactar un recorte de producción con la OPEP (Organización de Países Productores de Petróleo) y provocó un 'roto' al crudo que va a ser difícil de arreglar en mucho, mucho tiempo.
El West Texas se ha desplomado hasta niveles no vistos en 18 años y el Brent, a niveles de 2016. Al derrumbe del 30% que sufrió el crudo en la jornada en la que Arabia Saudí decidió responder a Rusia con sorprendentes medidas para hundir los precios, se suma la aceleración de todo el caos provocado por el coronavirus, con las ampliamente explicadas consecuencias en la demanda internacional del petróleo. Ahora, con el mundo preocupado por el virus y con Rusia lejos de sentarse en la mesa de nuevo con la OPEP -algo que parecía que era lo buscado por los sauditas con sus drásticas medidas-, el crudo se encuentra en un momento especialmente vulnerable en el que todo lo que cabe esperar son más caídas.
Noticia relacionada
"La erupción de una guerra de precios y suministro entre la OPEP y Rusia ha creado las condiciones más bajistas imaginables para los mercados de crudo", se lamenta Neil Wilson, analista jefe de Markets.com.
Los expertos están recortando sus previsiones sobre el petróleo ante esta debacle. Goldman Sachs ve al Brent en 20 dólares el barril; Standard Chartered lo sitúa incluso por debajo de este nivel; y Mizuho Securities advierte de que los precios podrían pasar a negativo a medida que Rusia y la OPEP inundan el mercado.
LAS EMPRESAS PETROLERAS SE LLEVAN LA PEOR PARTE
Michael Hewson, director de análisis de CMC Markets en Londres, avisa del impacto de este hundimiento del petróleo (la mayor caída desde la Guerra del Golfo) en las compañías petroleras. "En el último mes hemos visto los precios tanto de las acciones de BP como de Royal Dutch Shell caer a sus niveles más bajos desde mediados de los 90, mientras que Exxon y Total también han visto grandes recortes", explica. Aquí en España, Repsol se sitúa entre los títulos que más retroceden en el año, aniquilando la mitad de su valor bursátil en estos dos meses y medio (-53%).
Hewson también prevé que las caídas del crudo continúen a medida que el bloqueo mundial por el coronavirus persiste. "Como no hay señales de que la demanda de petróleo se recupere en un futuro próximo, es probable que la presión sobre los países productores, así como sobre los productores de esquisto y otros productores de petróleo altamente apalancados, se intensifique en las próximas semanas. Incluso con la compra de petróleo por parte de los EEUU para completar sus reservas estratégicas, el precio ha seguido bajando", augura.
El barril Brent cotiza en torno a los 26 dólares y el West Texas, en niveles de 23 dólares. Craig Erlam, experto de Oanda, prefiere ser 'optimista' y pensar que no queda mucho margen de caída "a menos que los principales productores se hayan embarcado en una misión suicida". Está por ver. Al final y al cabo, los grandes productores no pueden controlar al coronavirus.
