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El petróleo está viviendo un comienzo de año rodeado de volatilidad e incertidumbre. El aumento de la tensión geopolítica en Oriente Medio, las dudas que generan los recortes voluntarios de la OPEP, la débil demanda china y el fuerte bombeo de crudo por parte de EEUU, llevan a los estrategas a no ser especialmente optimistas con el 'oro negro'.

Este es el caso de Morgan Stanley, cuyos expertos anticipan que el barril Brent, de referencia en Europa, se situará en torno a los 80 dólares a principios de 2024 y caerá hasta los 70 dólares durante 2025.

"De cara al futuro, esperamos un equilibrio relativamente precario en 2024. Se espera que el crecimiento de la demanda se desacelere, ya que los vientos de cola de la recuperación post-Covid han perdido fuerza en gran medida", indican los analistas de la entidad estadounidense.

No obstante, creen que, a pesar de la baja inversión en capacidad de producción en los últimos años, el crecimiento de la oferta fuera de la OPEP se mantendrá fuerte en 2024, y probablemente también en 2025, y será suficiente para satisfacer la demanda mundial.

"Como resultado, el espacio en el mercado para el petróleo de la OPEP+ disminuye: estimamos que la demanda de la OPEP caerá ~0,6 mb/d en 2024. Esto ejerce una presión a la baja sobre la cuota de mercado de la OPEP y una presión al alza sobre su capacidad sobrante", añaden.

La demanda mundial de petróleo creció ~2,2 mb/d en 2023 gracias a China, como consecuencia de su reapertura económica, y al combustible para aviones.

"A estas alturas, esos vientos de cola de recuperación post-Covid en gran medida han seguido su curso. Eso implica que el crecimiento de la demanda probablemente volverá a su tendencia subyacente de largo plazo", valoran desde Morgan Stanley.

Aunque ambas perspectivas sugieren que la demanda de petróleo crecerá durante algún tiempo, sí apuntan a un avance más lento en el futuro, puesto que la población mundial está disminuyendo, a lo que hay que sumar la electrificación del transporte y la desaceleración económica.

"Teniendo en cuenta estos factores, esperamos que el crecimiento de la demanda de petróleo se desacelere y eventualmente caiga (muy) por debajo de 1 mb/d en la segunda mitad de esta década, antes de alcanzar su punto máximo a principios de la década de 2030. Es probable que los años 2024 y 2025 sean años de transición hacia tasas de crecimiento más lentas, y probablemente todavía veamos un aumento de la demanda de 1,1 a 1,2 mb/d por año, ya que dos factores siguen siendo favorables: los petroquímicos y la aviación", comentan desde la firma americana.

FUERTE CRECIMIENTO DE LA OFERTA FUERA DE LA OPEP+

A finales de noviembre, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, el grupo conocido como OPEP+, celebró un cónclave sobre el que estaban puestas todas las miradas ante la previsión de que se llevaran a cabo nuevos recortes de producción.

En cambio, el cártel petrolero optó por reducciones voluntarias por un total conjunto de 2,2 millones de barriles por día, lideradas por Arabia Saudí para "reforzar los esfuerzos de precaución realizados por los países de la OPEP+ con el objetivo de apoyar la estabilidad y el equilibrio de los mercados petroleros".

"Sospechamos que la OPEP seguirá dispuesta a sufrir alguna pérdida adicional de participación de mercado para sostener los precios. Dadas nuestras previsiones de oferta/demanda, creemos que es probable que se anuncie una extensión y/o profundización de los recortes actuales más adelante en el primer trimestre de 2024", vaticinan.

En medio de este escenario, y en el lado contrario de la balanza, se encuentran los países no pertenecientes a la OPEP, como es el caso de EEUU, que ha seguido bombeando crudo con fuerza.

"El suministro de crudo y condensado en EEUU va camino de aumentar ~1,0 mb/d este año. Esto se compara con nuestra previsión de 0,7 mb/d de crecimiento a principios de año. La fortaleza de la oferta puede parecer entrar en conflicto con el número de plataformas petroleras estadounidenses, que disminuyó de más de 600 a menos de 500 durante 2023. Sin embargo, esto refleja principalmente que los operadores más pequeños dejaron de lado plataformas de menor productividad a medida que los precios del petróleo cayeron", afirman en Morgan Stanley.

Además, señalan que la longitud lateral total perforada en el Pérmico, el motor clave del crecimiento de la producción estadounidense, se ha mantenido en niveles casi récord en 2023, según datos de Rystad Energy.

Estados Unidos sigue siendo la mayor fuente de producción adicional, pero también hay contribuciones sustanciales de Canadá, Brasil, Guyana y Argentina, y menores de otros países.

"Por lo tanto, prevemos un crecimiento total de líquidos no pertenecientes a la OPEP de 1,7 mb/d y 1,2 mb/d. Aun así, incluso con estas estimaciones, el crecimiento de los países fuera de la OPEP igualaría -o incluso superaría- el crecimiento de la demanda global en 2024 y 2025", concluyen en Morgan Stanley.

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