El petróleo ha cedido posiciones desde los máximos de seis años marcados por el Brent la pasada jornada, por encima de los 77 dólares, hasta la zona de 72,89 dólares, ante la posibilidad de que la OPEP+ alcance un acuerdo para aumentar la producción gracias a la mediación de la Casa Blanca. El West Texas también ha recortado posiciones y a estas horas cotiza a 73,58 dólares (+0,26%).
Como ya hiciera en el pasado el Gobierno de Donald Trump, Joe Biden ha decidido hablar con Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y otros miembros de la OPEP para propiciar el acuerdo al que, hasta ahora, han sido incapaces de llegar. Funcionarios estadounidenses se han comprometido con las partes pertinentes para facilitar una solución "que permita avanzar en los aumentos de producción propuestos", según aseguró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Psaki ha remarcado que EEUU no es parte de las conversaciones, sin embargo, ha precisado que, durante el fin de semana y esta semana "hemos mantenido una serie de conversaciones de alto nivel con funcionarios en Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y otros socios relevantes". Jen Psaki se negó a especificar qué funcionarios de EEUU están involucrados, pero señaló que no esperaba que el presidente de EEUU hiciera llamadas personales, informa Bloomberg.
“El presidente quiere que los estadounidenses tengan acceso a energía asequible y confiable. Y es por eso que nuestro equipo monitorea constantemente los precios del gas y se comunica directamente con las partes de la OPEP para llegar a un acuerdo y permitir que los aumentos en la producción propuestos avancen”, dijo Psaki.
Los precios del crudo han subido después de que los grandes productores no fueran capaces de llegar a un acuerdo para aumentar la producción este año, con intención de extenderlo a 2022. Emiratos Árabes Unidos no está conforme con las condiciones sobre esa extensión para el año que viene y se ha opuesto al mismo, enfrentándose directamente a Arabia Saudí.
