- La empresa niega que haya despedido a la implicada en el caso 4-F porque estaba 'en período de prueba'
La polémica por la emisión del documental 'Ciutat Morta' en el canal 33 de Cataluña continúa. Silvia Villullas, compañera de la fallecida Patricia Heras tras suicidarse por el caso 4-F, ha denunciado que la empresa Segur Ibérica le ha despedido tras emitirse el programa en el canal 33 el pasado lunes en Cataluña.
Segur Ibérica asegura que la relación entre Villullas y la compañía solo fue de una semana de prueba
Según anunció Silvia Villullas en rueda de prensa, los familiares y amigos de los afectados del caso 4F han reclamado la reapertura del proceso judicial entendiendo que en la investigación oficial había fallos, según ha recogido el documental 'Ciutat morta'.
La propia Villullas ha confirmado en su declaración que había comenzado a trabajar en Segur Ibérica el 8 de enero como abogada del departamento de recursos humanos y tras la emisión del programa el lunes pasado, la empresa habría prescindido de sus servicios.
Aún así, la propia compañía ha emitido un comunicado en el cual asegura que Villullas "no ha sido despedida" y que su relación con Segur Iber "se limita a una semana de prueba en la sede central de la compañía en Madrid".
EL DOCUMENTAL CIUTAT MORTA
Ciutat Morta explica con todo lujo de detalles los hechos del llamado “caso 4F”, del que se cumplirán cinco años en 2015, por el que siete jóvenes fueron acusados de intento de homicidio a un Guardia Urbano tras un enfrentamiento policial en una casa okupa en el distrito de Ciutat Vella de la ciudad condal. El policía quedó tetrapléjico por la herida de un objeto contundente, una piedra o una maceta, según varios informes policiales.
Durante la refriega con la Policía, varios heridos acabaron en un hospital. En el mismo centro, una joven, Patricia Heras, era atendida por un accidente de bicicleta y por circunstancias que se relatan en el documental acabó implicada en el caso. Recibió tres años de condena por un delito que, según aclara Ciutat Morta, no había cometido y en un permiso se suicidó.
La cinta, de dos horas de duración, relata con todo lujo de detalles estos acontecimientos, así como las brutales torturas y extrema violencia ejercida por los policías Bakari Samyang y Victor Bayona contra los acusados. Ambos agentes de la ley fueron condenados a prisión, con penas de más de dos años, por haber torturado en dependencias policiales a un joven de Trinidad y Tobago. Ahora tienen 34 y 38 años, acaban de obtener la jubilación por razones médicas y recibirán una pensión vitalicia de entre 1.600 y 1.800 euros mensuales.
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