Nueva semana de infarto para el mercado de las divisas, ya que este 12 de marzo el Parlamento británico vota el plan de la primera ministra británica, Theresa May, para acometer el Brexit. Cuando los principales cruces aún arrastran la resaca de la reunión de marzo del Banco Central Europeo (BCE) y del desastroso dato de creación de empleo en EEUU, los inversores toman posiciones antes de la cita en al Cámara de los Comunes, que no invita al optimismo.
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La libra tiene por delante unas jornadas muy complejas, en las que "puede verse totalmente beneficiada o seriamente perjudicada, sin paliativos y sin grises", avisa Adrián Aquaro, fundador de Trader College. El viernes, después de muchos titubeos, terminó en la zona de los 1,30 dólares, "que parece la frontera entre una recuperación y una caída sin suelo", agrega el analista.
Este lunes, la volatilidad brilla por su ausencia y, contra el dólar, se mueve en un estrecho rango entre este nivel y los 1,2960 dólares. El experto, no obstante, no cree que la calma dure demasiado y aconseja "dejar de lado a la libra para las operaciones diarias y comenzar a buscar otras monedas, que no estén tan expuestas a las acciones de un grupo de políticos".
De todas formas, todo el mercado estará a la expectativa: el euro no podrá escapar a una ola de euforia o de pánico que pueda afectar a la libra, y si bien recuperó posiciones el viernes sobre el cierre, la quiebra de la zona de 1,1175 dólares del pasado jueves, cuando alcanzó nuevos mínimos de 20 meses, dibuja el escenario técnico para que el precio vuelva a hundirse. "Cabe acotar que dicho nivel es el 61.8% de retroceso de 1,0340/1,2555 dólares, mínimo de 2017 y máximo de 2018 respectivamente, y un rebote desde allí asomaba como lógico y esperable", agrega el experto.
¿RECUPERACIÓN EN EL EURO?
De hecho, los analistas de Ebury indican que el euro "podría volver a los 1,15 dólares en las próximas semanas". Justifican su previsión estos expertos porque el tono mucho más moderado del BCE coincidió con algunas noticias positivas de los indicadores clave de actividad empresarial. Los PMI compuestos de la mayoría de países fueron revisados al alza y los detalles del informe del PIB del cuarto trimestre fueron más sólidos. "Creemos que este giro positivo, combinado con el tono más débil que estamos viendo en los últimos datos de EEUU, podría hacer que la moneda común remonte un 2% o 3%".
Explican los expertos la visceral reacción de la moneda única del pasado jueves porque "a pesar de que los mercados se habían preparado para una reunión moderada por parte del BCE, el banco central logró superar las expectativas con una importante revisión a la baja de las previsiones de crecimiento e inflación y el anuncio de una nueva ronda de financiación a largo plazo para los bancos".
Esto envió al euro a niveles no vistos desde el 26 de junio de 2017 perforando, brevemente, el nivel del 1,12 dólares. Los datos de nóminas de EEUU, del día siguiente, con una creación de empleo de tan sólo 20.000 nuevos puestos de trabajo en febrero, propiciaron un rebote de la moneda común pero el dólar terminó la semana por encima de todas las monedas del G10, a excepción del yen.
