• Las noticias que llegan del frente político arrancan fuertes reacciones entre los operadores: domina la incertidumbre
  • Pasada la cita electoral en EEUU, el cruce entre el euro y el dólar operará a merced de los bancos centrales
  • El euro podría depreciarse hasta los 1,05 dólares antes de 2017 si no gana Trump
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Octubre arrancaba con un dólar que tenía el dudoso honor de colocarse entre las divisas de los países del G10 con un peor comportamiento en los primeros nueve meses del año, con permiso de la libra y en menor grado de la corona sueca. El resurgir del “billete verde” durante el pasado mes, que ha dejado máximos contra el euro, el franco suizo o el dólar canadiense no vistos desde marzo, obedece principalmente a la casi segura decisión de la Reserva Federal de EEUU (Fed) de anunciar su esperada subida de tipos en diciembre. Pero la proximidad de las elecciones de EEUU hace inevitable que la volatilidad y la incertidumbre dejen huella en los mercados.

El dólar ha cerrado el décimo mes del año con una apreciación de casi el 3% contra el euro, cerca del 4% contra el yen y más del 7% contra la libra y es que la divergencia en materia de política económica entre EEUU y el resto de países ha vuelto a dominar la operativa de las divisas y los operadores han ponderado en exceso las decisiones de los bancos centrales, explica la fundadora de BK Asset Management, Kathy Lien. Sin embargo, la moneda ha movido el foco hacia las elecciones que enfrentan a Hillary Clinton y Donald Trump, y en cuestión de una semana ha cedido parte del terreno ganado.

Pero hasta hace escasos días, eran la Fed y el Banco Central Europeo (BCE) quienes mandaban, algo que se refleja también en el comportamiento del euro, según Lien, que ha ignorado la mayoría de buenos datos macroeconómicos del pasado mes, como por ejemplo, cuando tras la publicación de los datos del PMI manufacturero y de servicios de la zona euro, que mostraron su mejor avance en este 2016, el euro tuvo una reacción limitada.

Molfx: "De no contar con la mejora económica veríamos un euro mucho más débil"

La presión vendedora que siguió al anuncio de política monetaria del BCE del pasado 20 de octubre y a la rueda de prensa del presidente de la entidad, Mario Draghi, eclipsó la publicación de los índices de gestores de compra y dejó a la divisa bajo los efectos de las palabras del banquero central. Aunque en realidad mantuvo su retórica habitual, los operadores tomaron el discurso de Draghi como un anticipo de que la autoridad monetaria europea ampliará la expansión cuantitativa (del inglés Quantitative Easing, QE) más allá de marzo de 2017. “El hecho de que Draghi anunciara, no obstante, que el debate en torno a esta cuestión se aplazará hasta diciembre dejó al euro en un estado de “vende en el rumor compra en los hechos”, explican los analistas de Danske Bank.

Fernando Guillermo Piqueras, operador docente de Molfx, defiende, en cambio, que es el avance del frente económico lo que sustenta al euro frente a las principales monedas, incluido el dólar. “De no contar con la mejora económica veríamos un euro mucho más débil”, asegura el experto. Stephen Knight, de Blackwell Global Investments, señala también que la reciente escalada del euro se apoya en los buenos resultados de los indicadores de sentimiento económico publicados el pasado 28 de octubre. No obstante, la apreciación de un 1% de la divisa contra el dólar llegó de la mano de las noticias sobre la campaña por la presidencia de EEUU.

Las informaciones sobre que el FBI ha reabierto la investigación de los e-mails de la candidata demócrata, que usó un servidor privado de correo electrónico durante su etapa como secretaria de Estado (2009-2013), sacudieron Wall Street y el dólar. Además, el resultado de la mayoría de encuestas publicadas en los últimos días, que muestran una situación casi de empate técnico entre Clinton y Trump (que se produce cuando la distancia entre ambos candidatos es menor que el margen de error), ha disparado las ventas en el dólar, que se deprecia contra el euro un 2% desde la apertura del 28 de octubre.

El dólar sufrirá una mayor presión bajista si en la antesala de las elecciones los sondeos siguen mostrando que la distancia entre Trump y Clinton se ha estrechado

VOLATILIDAD INEVITABLE

En este sentido, Piqueras señala que “las cuestiones políticas son siempre las más relevantes ya que tienen consecuencias económicas y suelen ser de resultados impredecibles, como en este caso, cuando se cuenta con el voto del electorado”. Jane Foley, analista de Rabobank, explica que “a pocos días de que los estadounidenses acudan a las urnas, es prácticamente inevitable que la volatilidad afecte a los mercados en las próximas semanas”. Esta experta cree que una victoria de Trump abriría una era de proteccionismo y crearía una gran incertidumbre en la política exterior de EEUU, así que “el dólar sufrirá una mayor presión bajista si en la antesala de las elecciones si los sondeos siguen mostrando que la distancia entre ambos candidatos se ha estrechado”, opina Foley.

Dejando de un lado la política, la analista remarca que ha habido señales de un cambio de actitud hacia la inflación, ya que la Reserva Federal de EEUU (Fed) ha anticipado que se mostrará benevolente con unos precios por encima del objetivo de la entidad del 2%. “La rentabilidad de los bonos del tesoro estadounidenses se ha disparado en las últimas semanas, a consecuencia del cambio de tono sobre el repunte de los precios. Si se mantiene esta tónica, el panorama del dólar podrían mejorar de forma sostenida en cualquiera de los escenarios”, asegura la analista de Rabobank.

Sin embargo, Foley alerta también de que hay muchos peligros de que la divisa sufra un revés ya que “creemos que los argumentos que favorecen una subida notable de la inflación carecen de convicción”, objeta. Y añade: “Nos mostramos partidarios de que la actual rendimiento del dólar pierda gas hacia finales de año y esperamos que el euro se quede atrapado en un rango entre los 1,0800 dólares y los 1,1000 dólares en los próximos meses”.

Expertos de Danske Bank, en cambio, apuestan por un dólar sin tendencia clara antes y después de las elecciones ya que “el efecto de la política en la economía tarda un tiempo en notarse”. También esperan que, en cualquier caso, el dólar se devalúe en el medio plazo, en especial contra el euro, ya que está “apreciado en exceso”. El precio del euro debe estabilizarse en torno a los 1,2700 dólares porque “el repunte del dólar se debe a que el mercado ya ha descontado el incremento de tipos de interés de la Fed en diciembre”, sentencian.

A LA ESPERA DE DIVERGENCIAS ENTRE LA FED Y EL BCE

Para otros expertos consultados, en cambio, pasada la cita electoral, los bancos centrales volverán a dominar completamente el comportamiento del cruce Euro/Dólar. “Es lo más probable, ahora que Draghi ha aclarado el panorama en la Eurozona y que parece que la Reserva Federal podría subir tipos en diciembre”, opina Ramon Morell, analista de ETX Capital.

Hasta ahora sólo se ha visto un anticipo de lo que puede llegar a ocurrir entre finales de 2016 y 2017: en diciembre de 2015, cuando la Fed subió el tipo de interés del dólar desde mínimos históricos hasta el 0,5% actual, el euro se depreció hasta niveles cercanos a los 1,0500 dólares; en marzo de 2016, cuando Draghi anunció la llegada del 0% a la la tasa del BCE y el incremento en las compras de bonos mensuales hasta los 80.000 millones de euros al mes actuales, la moneda única alcanzó los mínimos de este año en los 1,0822 dólares.

Aquaro: "Si en diciembre Mario Draghi anunciara que el actual plan se prolonga a septiembre de 2017, el euro podría buscar la zona de 1,05”

Por este motivo, Adrián Aquaro, fundador de Trader College prevé que si en diciembre Mario Draghi anunciara que “el actual plan se prolonga a septiembre de 2017, el euro podría buscar la zona de 1,05”. En cuanto a la Fed, el analista se muestra cauto y se desmarca de la opinión extendida de que Janet Yellen incrementará el precio al que se presta el dinero en diciembre. “Quien gane las elecciones determinará los pasos de la Fed, que parece dispuesta a cambiar una tasa que apenas se encuentra en el 0,5% -los futuros del banco central dan ahora un 70% de posibilidades de que haya este anuncio-. Solo una victoria de Trump haría que esta quietud cambie en forma drástica”, subraya Aquaro.

Las previsiones de Ramon Morell son que el euro siga depreciándose “según se acerque la próxima subida de tipos de la Fed, con puntos de atracción en las figuras (es decir, 1,08, 1,07 y 1,06 dólares) hasta finales de año”. En cuanto al BCE, “nuestra visión es que el programa de estímulos empezará a frenarse según lo previsto, a finales del primer trimestre del año próximo y después veremos qué ocurre”. “El problema es que se está quedando el BCE sin deuda que adquirir, dadas las restricciones impuestas en el programa. Si pasa a sustentarse más en la compra de activos de países con un endeudamiento elevado, Italia por ejemplo, se enfrentará a la resistencia de los más potentes, como Alemania, cuyos bonos ya no puede seguir comprando como antes. Para mi la cuestión no es si se extenderá sino si llegará tal como está planteado ahora”, asegura el anañista de ETX Capital Markets.

“Si Draghi no extiende el plan de estímulos, el euro debería subir en diciembre”, admite Aquaro. “Pero en cualquier caso no lo veo superando los 1,1400 dólares”, opina el fundador de Trader College.

LA LIBRA, ENTRE EL BOE Y EL BREXIT

Acabando con el repaso de los principales bancos centrales, diversas fuentes consultadas han cambiado sus previsiones sobre el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés), después de la decisión de política monetaria de la entidad del pasado día 3 de noviembre. El gobernador del banco central, Mark Carney, reconoció que los datos económicos de los últimos tres meses eran mejores de lo esperado y, en consecuencia, el banco central ya no aplicará nuevos recortes de tipos en lo que queda de año.

IHS Markit ha señalado el cambio en el sesgo expansivo sobre política monetaria que el BoE mantuvo en septiembre hacia "neutral" en noviembre

Así, IHS Markit, en una nota para clientes, ha señalado el cambio en el sesgo expansivo sobre política monetaria que el BoE mantuvo en septiembre hacia "neutral" en noviembre. "Por este motivo rebajamos nuestra previsión e que los tipos de interés puedan sufrir un nuevo recorte de 10 puntos básicos y creemos que se mantendrán en el 0,25% actual hasta 2020", concluyen desde la prestigiosa firma de análisis económico.

"Las actas de la reunión del BoE indican que la entidad está mucho más preocupada por la inflación y que no necesariamente volverá a intervenir en la economía si se desacelera el crecimiento", destaca en un informe Samuel Tombs, economista de Pantheon Macroeconomics. "A diferencia de agosto, el Banco de Inglaterra no ha proporcionado ninguna guía sobre nuevos recortes de tasas y, en cambio, ha elegido enfatizar que 'la política monetaria podría responder... en cualquier dirección".

Los amantes de la volatilidad en el mercado de las divisas volvieron a disfrutar de una buena dosis de emoción de la mano de la libra, que fue la protagonista indiscutible de la jornada que se ha bautizado como “súper jueves” y cerró su mejor día en varias semanas con ganancias de más de un 1% contra el dólar, el euro y otras divisas principales. Mientras toda la atención de los operadores se centraba en el anuncio del Banco de Inglaterra, la decisión del Tribunal Superior de Londres, de dejar en manos del Parlamento la última palabra sobre los planes del Brexit del Gobierno, espoleó a los compradores que impulsaron a la libra hacia un máximo intradiario de varios meses justo por debajo de los 1,2500 dólares.

Sin embargo, desde el punto de vista técnico, el sesgo bajista de la libra “se mantiene inalterado frente a las principales monedas”, señala Fernando Guillermo Piqueras. “Pero al tratarse de la divisa de curso legal más antigua de las que circulan en la actualidad, la probabilidad de una detención y posterior reversión de la tendencia despreciativa aumenta con el paso del tiempo. Mantener posiciones de venta abiertas sin cobertura en estos niveles es muy peligroso”, alerta el educador del Molfx.

“La libra tiene más para ganar que para perder en los dos meses que quedan de 2016”, indica Aquaro. “Sendos huecos en los 1,2970 dólares y los 1,3645 dólares, que no han sido cubiertos, actúan técnicamente como un imán para la libra, que cayó de forma violenta este mes de octubre y que podría recuperar dicha pérdida del mismo modo. Bastará que supere los 1,2500 dólares para que enfrente con mucha fuerza al "billete verde"; es muy probable que finalice el año por encima de los 1,3000 dólares”, pronostica el fundador de Trader College. Desde ETX Capital Markets, Ramon Morell indica que la perspectiva de que las negociaciones sobre el Brexit se suavicen favorecerá una "recuperación hacia niveles de los meses anteriores, entre 1,3000 y 1,3100 dólares".

Piqueras señala que el euro se encuentra actualmente con una resistencia en las 0,9050 libras que, de superarla, dejaría el camino despejado hasta el cambio de 0,94 libras por cada moneda única. Aquaro, por su parte, cree que en esta divisa “todo depende de la evolución de las conversaciones con la UE para el Brexit”.

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