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China ha informado de una caída de las ventas minoristas y de la producción industrial en abril mucho peor de lo que esperaban los analistas. La economía del gigante asiático se resiente de las tensiones de los grandes cierres relacionados con Covid y la crisis energética mundial.

Las ventas al por menor cayeron un 11,1% en abril respecto a un año antes, más que el descenso del 6,1% previsto en una encuesta de Reuters. "Aunque las restricciones se relajen, el sector minorista será el último en beneficiarse", comentan los expertos de Panteón Macroeconomics. "Las primeras medidas que se relajarán serán el cierre de centros de trabajo y algunos límites de movilidad interna, lo que permitirá a las fábricas reanudar la producción. Pasará mucho tiempo antes de que se vuelvan a permitir las reuniones sociales cara a cara, y los consumidores chinos pueden ser reacios a volver", añaden.

La producción industrial cayó un 2,9% en abril con respecto al año anterior, en contraste con las expectativas de un ligero aumento del 0,4%. La producción de las empresas mineras y de servicios públicos creció. La caída de la producción industrial superó a la de marzo de 2020, cuando se impuso la primera ronda de cierres, y pone así de manifiesto las actuales dificultades de la economía china.

La industria manufacturera cayó un 4,6%, arrastrada sobre todo por el desplome del sector automovilístico y la fabricación de equipos, dijo el portavoz de la Oficina de Estadística, Fu Linghui. Además de Covid, dijo que la producción industrial se enfrenta a la presión de la insuficiente demanda del mercado, el aumento de los costes y otros factores.

El mes pasado, la persistente propagación del Covid y los consiguientes pedidos de permanencia -principalmente en Shanghai- obligaron a las fábricas a cerrar o a operar con una capacidad limitada.

Además, los esfuerzos del Estado por impulsar el crecimiento se vieron obstaculizados por sus esfuerzos por contener el Covid, ya que la inversión se ralentizó en todos los principales subcomponentes, incluidas las infraestructuras. La tasa de crecimiento interanual de las inversiones implícita para abril fue de sólo el 1,8%, por debajo del 6,6% de marzo.

La inversión inmobiliaria fue de nuevo el principal lastre, cayendo un 11,9% interanual, desde el -0,9% de marzo. La inversión en el sector manufacturero se desaceleró significativamente, hasta el 6,4%, desde el 11,9% interanual. La inversión en infraestructuras -el método elegido por el Estado para apoyar la economía este año- se desaceleró al 3,0% interanual en abril, desde el 8,8% de marzo, a pesar de la fuerte emisión de bonos por parte de los gobiernos locales y de las exhortaciones del Presidente Xi para apoyar el crecimiento.

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