CARACAS, 15 (Reuters/EP)

La oposición de Venezuela ha asegurado este domingo que el diálogo con el Gobierno del presidente, Nicolás Maduro, que ha sido impulsado por Noruega para buscar una salida a la profunda crisis política que atraviesa el país, "se agotó".

Las conversaciones, que se llevaron a cabo principalmente en la caribeña isla de Barbados, han corrido la misma suerte que los anteriores intentos de negociación entre las partes.

Maduro ha acusado en reiteradas ocasiones a la oposición y a Estados Unidos de librar una "guerra económica" en su contra. Sin embargo, líderes de la oposición señalan que el mandatario es responsable de la hiperinflación, escasez de alimentos y medicinas, lo que ha acelerado el éxodo de venezolanos.

La delegación de Maduro se retiró a principios de agosto en respuesta a la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de endurecer las sanciones contra el país.

"El régimen dictatorial de Nicolás Maduro abandonó el proceso de negociación con excusas falaces", ha señalado la oficina del líder opositor y autoproclamado "presidente encargado", Juan Guaidó, en un comunicado. "Tras más de 40 días en los que se han negado a continuar en el mismo, confirmamos que el mecanismo de Barbados se agotó", ha afirmado.

Críticos del diálogo dentro de la coalición opositora de Venezuela alegan que Maduro estaba negociando de mala fe y usó las conversaciones para ganar tiempo.

Guaidó, que preside la Asamblea Nacional controlada por la oposición, invocó en enero la Constitución de Venezuela para asumir la presidencia interina tras argumentar que la reelección de Maduro en 2018 fue fraudulenta. Más de 50 países, incluido Estados Unidos, han reconocido a Guaidó como el líder legítimo del país sudamericano.

"Debemos prepararnos para iniciar una nueva etapa de esta lucha que requerirá mayor compromiso, fortaleza, determinación, sacrificio y convicción de todos", se lee en el texto "al pueblo y a las fuerzas armadas" firmado por Guaidó.

DIÁLOGO FALLIDO

Desde la muerte de Hugo Chávez, en 2013, Gobierno y oposición han protagonizado numerosos contactos. La última tentativa se produjo entre septiembre de 2017 y febrero de 2018 en República Dominicana. Es la vez que más cerca han estado del acuerdo, pero descarriló.

Entonces, el dirigente de Primero Justicia Julio Borges capitaneó la delegación opositora. Este jueves, tanto él como su partido político han aclarado que están en contra de esta iniciativa. "No avalamos ningún tipo de diálogo con la dictadura, la ruta es clara: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres", ha dicho en Twitter.

El ex alcalde metropolitano de Caracas Antonio Ledezma, de Alianza Bravo Pueblo, también ha rechazado una eventual negociación, recordando los anteriores intentos. El último, ha subrayado en la misma red social, fue "otro diálogo chimbo".

Desde los otros grandes partidos de la oposición --Voluntad Popular, al que pertenecen el autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó, y Leopoldo López; Vente Venezuela, con María Corina Machado, y Acción Democrática, con el 'embajador' de Guaidó en España, Antonio Ecarri-- guardan silencio.

Maduro ofreció un nuevo diálogo tras las elecciones presidenciales celebradas el 20 de mayo de 2018, no reconocidas ni por la oposición ni por buena parte de la comunidad internacional, que las califican de fraude, pero la otra parte se negó por considerar que se trataba de una nueva maniobra para ganar tiempo.

El propio Guaidó, erigido en gran líder de la oposición venezolana tras su autoproclamación del 23 de enero, se ha negado en reiteradas ocasiones en estos cuatro meses de "presidencia encargada" a volver a sentarse a la mesa de negociaciones.

CRISIS POLÍTICA

La crisis política empeoró el 10 de enero, cuando Maduro decidió iniciar un segundo mandato de seis años fundado en su triunfo electoral. En respuesta, Guaidó se autoproclamó mandatario interino con el objetivo de cesar la "usurpación", crear un gobierno de transición y celebrar "elecciones libres".

Estados Unidos, la mayoría de los países latinoamericanos, incluido Colombia, y numerosos europeos, entre ellos España, han reconocido a Guaidó como "presidente encargado". No obstante, Maduro cuenta con importantes apoyos, como Rusia, China y Turquía, además de Cuba, Nicaragua y Bolivia.

La situación se ha agravado a raíz del 30 de abril, cuando Guaidó y un liberado Leopoldo López capitanearon un alzamiento militar que, según la versión estadounidense, se vio frustrado por la intervención de Rusia y Cuba.

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