La escena de policías persiguiendo niños en bicicleta puede repetirse perfectamente en España a partir de este domingo. Y más aún, padres en bici acompañando a sus hijos, que los ciclistas llevan 40 días encerrados y han visto el cielo abierto. Aunque la mayoría de la gente es responsable, será muy difícil evitar que los niños salgan como mihuras después de tanto tiempo en casa, que se lancen a los parques y a los columpios, que abracen a otros niños, etc. Y luego está el limbo en que el Gobierno ha dejado a los adolescentes, que ahora resulta que pueden hacer la compra o ir a por tabaco, pero no darse una vuelta.

Esta semana, en Money Talks: el Gobierno hace el ridículo con los paseos de los niños.

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