Ignacio López del Hierro, el empresario y marido de la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal, ha declarado este miércoles en la Audiencia Nacional como imputado por el supuesto espionaje a Luis Bárcenas donde ha negado conocer la operación 'Kitchen' pero sí ha reconocido contactos con Villarejo.
López del Hierro, recoge 'elDiario' ha declarado este miércoles como imputado por el espionaje a Luis Bárcenas, el extesorero del PP. Durante su declaración, ha afirmado que propusieron a Villarejo "trabajos puntuales por cortesía", tras una pregunta de la Fiscalía Anticorrupción sobre la reunión en secreto que mantuvieron él y la secretaria general del PP en 2009 con el comisario para hablar del caso 'Gürtel'.
Los motivos de estas reuniones, que según Cospedal eran que Villarejo les diera información sobre las filtraciones a la prensa asociadas al partido y a ella, López del Hierro ha contradicho el testimonio de su mujer al asegurar no estar al tanto de que el verdadero objetivo fuera que el comisario les mantuviera actualizados sobre la investigación del caso de corrupción 'Gürtel'.
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El empresario, que continuamente ha manifestado que tenía problemas de oído y no escuchaba las preguntas del fiscal, ha garantizado que habló del 'caso Gürtel' con Villarejo como quien hablaría hoy de los "indultos", por tratarse de un tema de actualidad.
DESCONOCIMIENTO DEL PRESUNTO ESPIONAJE A BÁRCENAS
El empresario ha afirmado que conoce a Villarejo "desde hacía años" y con quien ha mantenido una relación personal pero ligera. No obstante, afirma que no sabía de la existencia de la 'Operación Kitchen', negando así todo vínculo y participación en el caso. En concreto, ha señalado que no intervino de ninguna manera en la captación del chofer de los Bárcenas como espía para la trama, según 'Europa Press'.
El ex jefe de Gabinete de Cospedal, José Luis Ortiz, que también ha declarado este miércoles, ha indicado que hubo cerca de una decena de reuniones entre la ex secretaria general del PP y Villarejo, detallando que él mismo se ocupaba de recogerlo en coche en la Plaza de Colón, meterlo en el cuartel general de los 'populares' por el garaje y subirlo al despacho de la ex ministra de Defensa.
