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Oriol Junqueras y Carles Puigdemont@KRLS

PSOE e independentistas parecen condenados a entenderse tras las elecciones del 28 de abril. Las encuestas prevén que Pedro Sánchez tenga que buscar socios entre los partidos soberanistas, además de Podemos y el PNV. Y aunque el escenario preferente de los socialistas es soslayar a ERC y Junts per Catalunya, las encuestas arrojan unos resultados tan ajustados que al presidente del Gobierno puede irle de un puñado de votos para renovar su puesto en La Moncloa.

Republicanos y neoconvergentes fijan sus condiciones en campaña, de cara a la futura negociación. El PSOE hace lo propio e internamente baraja un escenario en el que sólo necesite de los diputados que sumen la fuerza de Pablo Iglesias y los nacionalistas vascos. Pero la aritmética parlamentaria muestra que, con toda probabilidad, necesitará del partido de Oriol Junqueras, que puede hacerse con unos 17 escaños. En el peor de los casos, los 4 o 5 asientos de Junts per Cataluña pueden ser fundamentales.

De puertas afuera, Sánchez no impone vetos, a excepción de Vox, y dice estar abierto a dialogar con todos. "Hablar que no negociar", puntualizan desde el PSOE, que no descartan combinatorias con Ciudadanos, si los números no salen y los independentistas se empecinan en exigir un referéndum a cambio de la investidura.

Tanto ERC como Junts per Cataluña creen que una reedición del 1-O, con garantías y avalada por el Estado, es la "solución" al conflicto independentista. La diferencia está en que para los primeros no es una condición 'sine qua non', mientras que los segundos están dispuestos a inmolarse e ir de nuevo a las urnas si no se pacta que los catalanes puedan votar sobre su futuro.

Preguntado por los resultados del 28-A, en una entrevista de 'El Nacional.cat', el presidente de ERC ha afirmado que "nadie debería cometer el error de fijar líneas rojas" que se acaben convirtiendo en un "cheque en blanco" para facilitar un gobierno del tripartito de extrema derecha. "Y, a la vez, nadie puede dar cheques en blanco al PSOE que actúen como líneas rojas para una verdadera democracia en Catalunya que todo el mundo sabe que pasa por un referéndum inevitable".

"ERC desobedecería la línea marcada por Junqueras si no apoya a Sánchez", explican fuentes próximas al partido a este medio. "Nadie entendería que al final no pacten con el PSOE", agregan, ya que "si son necesarios para formar Gobierno es porque hay una mayoría alternativa de derechas", por lo que "tendrán que decidir", redondean.

A la espera de la rueda de prensa que el líder republicano ofrecerá desde la cárcel de Soto Del Real, donde se le pedirá claridad sobre este pacto con los socialistas, el candidato de Junts per Cataluña al 28A, Jordi Sánchez, se ha pronunciado ya desde la misma prisión. Y también ha hablado de 'líneas rojas'.

En concreto, ha identificado el referéndum sobre el futuro de Cataluña como la única que le imponen al PSOE para ser un "socio estable" de su futura legislatura. Eso sí, ha dicho no tener prisa ya que es muy consciente de cómo funciona "la política española". "No queremos el referéndum antes de la investidura", ha explicado, a la vez que ha subrayado que no van a imponer ni fechas ni preguntas porque en JxCat están dispuestos a "hablar de todo".

El PSOE no cederá en este punto. Según ha podido saber Bolsamanía, barajan una segunda convocatoria de elecciones como un camino factible antes que claudicar ante los independentistas. O si Ciudadanos se mantiene fiel a sus promesas de campaña y no facilita la investidura de Sánchez. Y fuentes conocedoras aseguran que el espacio neoconvergente no reculará en sus demandas por orden directa de Puigdemont. El expresident ve "indispensable" que se reconozca el derecho a decidir de Cataluña.

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