Educación: el curso, la selectividad y la elección de centro, en el aire

Esa es la fotografía actual, aunque la ministra del ramo, Isabel Celaá, ha querido calmar los ánimos asegurando que "ningún alumno va a perder el curso por el coronavirus". La titular de Educación reconoce las dificultades que está atravesando el sistema, sobre todo porque mientras que hay alumnos que siguen un cierto ritmo en casa con los deberes y el temario que van poniendo los centros, hay otros a los que les resulta imposible hacerlo al no contar con los medios para hacerlo. La denominada brecha digital, que según el Ministerio de Educación afecta a un 12% de los alumnos, que no se está conectando para hacer las actividades educativas a través de las plataformas digitales.

La ministra afirma que ningún estudiante se quedará atrás, pero lo cierto es que los padres tienen muchas dudas al respecto, sobre todo porque el estado de alarma se ha prorrogado otros 15 días y nada garantiza que, una vez llegados a ese punto, el 11 de abril, no haya que ampliarlo de nuevo ante el constante aumento de casos en España. Celaá ya lo dejó entrever al decir que confiaba en "poder atender a los alumnos de manera presencial en el último trimestre, aunque fueran quince días para hacer un repaso general".

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Y es que cree que la suspensión de clases presenciales se puede prolongar hasta "mayo o junio", lo que complicaría mucho las evaluaciones, como vienen advirtiendo las asociaciones de padres y los sindicatos docentes. El problema es que algunas organizaciones sindicales ya se han negado a acabar el curso un mes más tarde, en julio, para paliar esta situación. Por eso, y por el bien de los estudiantes, algunos psicólogos abogan ya por un aprobado general y por la promoción automática de curso, señalando que tras un mes, quizá más, de encierro, no se les puede pedir a los niños y adolescentes que vuelvan a encerrarse para estudiar y sacar los exámenes.

Toda la actividad docente presencial está interrumpida en España desde el pasado 16 de marzo, tras decretarse el estado de alarma, aunque algunas comunidades como Madrid o La Rioja impusieron esta medida en sus centros educativos días antes. Ahora el Gobierno ya no descarta que haya que tomar decisiones más drásticas, e incluso ha reconocido que tiene preparadas una serie de medidas más restrictivas para enfrentar la pandemia de Covid-19 por si fuese necesario. Por eso el curso está en el aire, como también lo está la Selectividad.

Hace unos días el Ministerio y los responsables educativos de las comunidades autónomas acordaron celebrar la Evaluación de Bachillerato de Acceso a la Universidad (EBAU) entre el 22 de junio y el 10 de julio, más tarde de lo inicialmente previsto, permitiendo además que la convocatoria extraordinaria pueda realizarse hasta el 10 de septiembre. No obstante, Educación dejó claro que las fechas propuestas "dependerán de la evolución de la pandemia" del coronavirus en España. Es decir, que podrían retrasarse aún más.

Pese a todo, Celaá ha asegurado que la Selectividad "no será más fácil que otros años, pero sí tendrá más opcionalidad". Se refiere a que será más flexible. Según ha dicho, será una prueba "justa" y se tendrá que "adaptar a las circunstancias que estamos viviendo". Y quienes cursan una Formación Profesional se encontrarán con una situación parecida, ya que podrán seguir con sus prácticas de forma telemática y harán sus pruebas finales después de haber recibido esta formación.

PUERTAS ABIERTAS Y MATRICULACIÓN

Además, el brote también ha provocado una nueva preocupación entre los padres (más allá de ser ahora los encargados de la educación de sus hijos en casa) que tienen que elegir centro educativo para sus hijos, ya sea para infantil, primaria, secundaria o bachillerato. En Madrid y en Cataluña las jornadas de puertas abiertas que suelen celebrarse entre los meses de marzo y abril se han cancelado, y también en otras comunidades, lo que sin duda complicará esta tarea.

También es en estos meses cuando se hace la matriculación para el próximo curso, tarea casi imposible ahora en muchos centros debido al confinamiento decretado por el Gobierno y a que los colegios permanecen cerrados. Por eso las asociaciones de padres se han organizado para pedir que se retrase la matriculación, ante el miedo a perder la plaza.

En materia educativa todo está en el aire debido al coronavirus, y ya hay quien alerta de que las consecuencias podrían salpicar incluso al próximo curso. Por eso la posibilidad o no de recuperar las cuotas anticipadas de comedor o clases extraescolares es ahora, quizá, la menor de las preocupaciones de los padres.