La Corte Suprema de Estados Unidos ha rechazado el intento de los republicanos de anular hasta 2,5 millones de papeletas de voto por correo en Pensilvania mientras éstos luchan por deshacer la derrota electoral del presidente Donald Trump.
La Corte, en una breve orden, ha rechazado una petición del congresista estadounidense Mike Kelly, aliado de Trump, y de otros republicanos de Pensilvania que presentaron una demanda después de las elecciones del 3 de noviembre, argumentando que la expansión del voto por correo en el estado en 2019 era ilegal según la ley estatal.
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Pensilvania ha sido uno de los estados clave en las elecciones, con Biden derrotando a Trump después de que el presidente republicano ganara el estado en 2016. Los funcionarios del estado ya habían certificado el resultado electoral.
No ha habido disidencias notorias de ninguno de los jueces de la Corte, que tiene una mayoría conservadora de 6-3, incluyendo tres designados por Donald Trump.
Desde el triunfo de Joe Biden, Donald Trump ha alegado que ha habido fraude electoral. Los demócratas y otras voces críticas han acusado a Trump de intentar reducir la confianza pública en la integridad de las elecciones de Estados Unidos y de socavar la democracia tratando de subvertir la voluntad de los votantes.
